Deuda: acreedores no ceden y el Gobierno iría por el “plan B”

Si no hay acuerdo mayoritario el viernes, podría haber un “pacto de espera” para negociar cuando el Covid-19 haya pasado.

Deuda: acreedores no ceden y el Gobierno iría por el “plan B”
Deuda: acreedores no ceden y el Gobierno iría por el “plan B”

La negociación de la deuda externa sigue y el viernes termina el plazo de esta etapa. El Gobierno necesita niveles de adhesión de entre 50% y 66% de cada serie de bonos canjeables para reestructurar con éxito, lo cual hasta ahora no lo estaría consiguiendo para los 21 papeles emitidos en 2005 y 2016. 

Ahí se abre una ventana hasta el 22 de mayo, día en el que culmina la prórroga de treinta días para pagar tres cupones de bonos Globales por 503 millones de dólares. Si para entonces no hay acuerdo, se declara el default.

Ante ello, el Gobierno tendría un "plan B": negociar ahora con los que contraofertan y buscar un "acuerdo de espera" (standstill, en inglés) para volver pulsear en 2021 o 2022 con aquellos bonistas que rechazan la oferta; con esto evitaría que se declare el default. Esta segunda alternativa es recomendada desde el principio por economistas como Miguel Kiguel (EconViews), Eduardo Levy Yeyati (Elypsis) y Héctor Torres (ex FMI).

"Finalmente parece que (el ministro de Economía, Martín) Guzmán entendió que con pandemia, sin plan y sin acuerdo con el Fondo Monetario lo mejor es 'desensillar hasta que aclare'. Ahora falta que le baje otra ficha: antes de proponer una quita, hace falta consensuar un plan que genere confianza", opinó ayer Torres.

La puerta para esta "segunda etapa" fue dejada abierta por el propio Gobierno en las condiciones legales establecidas en el trámite que hizo ante Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés). Esto es: si en una serie no se alcanza el umbral mínimo de aceptación, el Gobierno puede sacarla del proceso y cerrar sólo con aquellas en las que tuvo la adhesión necesaria.

Fuentes oficiales comentaron a Los Andes que al margen de ese "plan B", el presidente Alberto Fernández le pidió a Guzmán que intente cerrar con los acreedores el mayor nivel de adhesión posible ahora. Quiere a toda costa evitar aquello que podría ser leído como una dura derrota para su gestión.

Estrategia polémica  

Con cierta desesperación, Guzmán rompió ayer parte de la confidencialidad que tiene la negociación para presionar sobre los acreedores con el objetivo de forzar a los que todavía rechazan la oferta, que tendrían en sus manos cerca del 70% de los bonos.

El Gobierno revisó a la baja sus proyecciones sobre la economía por el impacto del Covid-19 para mostrar que se está peor de lo esperado y ahora aguarda nueva reacción de los bonistas: se prevé que la economía se contraerá 6,5% este año (la caída más profunda en 18 años) y rebotará 3% en 2021, 2,5% en 2022 y luego incursionará en un proceso de expansión muy lento, del 1,7% promedio anual hasta finalizar la década.

Asimismo, blanqueó que espera una suba del déficit fiscal primario hasta alcanzar el 3,1% este año; 1% en 2021; y equilibrio recién en 2023. Todo se financiará con emisión monetaria. No hubo pronósticos sobre la inflación.

Para el analista financiero Christian Buteler, las previsiones revisadas siguen siendo "muy optimistas" dado que el déficit "no sería menor al 5%" del PBI este año. Luis Secco, economista, estima una cifra superior al 6%. Y, teniendo en cuenta cómo fue la recaudación de abril, el economista José Luis Espert proyecta un rojo fiscal del 10%. Por lo que el futuro de la Argentina podría ser peor de lo que admite el Gobierno.

La pulseada continúa

El fondo de inversión BlackRock había presentado el 11 de abril lo que pedía para acordar. Pero se lo rechazó de plano. "No estaba ni cerca de proveer el alivio que la Argentina necesita", argumentó el ministro de Economía.

Según pudo saber Los Andes, Guzmán esperaba anoche reportes del Lazard (el banco de inversiones contratado como asesor financiero del Estado) para analizar propuestas. Al cierre de esta edición no había novedades. La orden recolectarlas hasta el viernes.

Al mercado indignó que Guzmán mostrará las cartas. Federico Alcalde, trader, opinó: "Qué tiene de jugada estratégica violar el acuerdo haciendo pública información confidencial si con el default te lo van a incluir en la demanda (judicial)".

Para la banca londinense Barclays, "Argentina no tiene un problema de deuda, pero puede estar a punto de fabricar uno". Sus analistas dicen que Guzmán deberían mejorar la oferta y acordar.

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