Las autoridades de Arabia Saudita anunciaron ayer el arresto de 135 sospechosos de actos de “terrorismo”, 26 de los cuales son extranjeros. “Todas las personas arrestadas son saudíes, a excepción de 26 extranjeros, entre ellos 16 sirios y 3 yemeníes”, dijo el portavoz del ministerio del Interior, el general Mansur al Turki, citado por la agencia oficial Spa.
Estas personas pertenecen a “grupos sospechosos (...) unidos por el terrorismo” y sus arrestos tuvieron lugar luego de "reiterados intentos de perjudicar a la seguridad y la estabilidad de la patria”, agregó, sin precisar la fecha de su detención ni los grupos a los cuales pertenecían los sospechosos.
Cuarenta de esos sospechosos se rindieron en “zonas de conflicto, se unieron a grupos extremistas y siguieron un entrenamiento para utilizar armas (...) antes de entrar al reino para desestabilizar al país”, indicó el portavoz.
Según él, otras 54 personas estaban involucradas en “el financiamiento, reclutamiento, propaganda y fabricación de explosivos (...) en beneficio de grupos extremistas”.
Otros 17 sospechosos fueron acusados de provocar disturbios y de realizar ataques armados contra las fuerzas de seguridad en Awamiya, una comunidad del este del país.
Tráfico de armas
En tanto, el portavoz señaló que 21 personas fueron arrestadas por tráfico de armas y que tres personas fueron detenidas en Qatif, una ciudad chiita del este del país, acusadas de captar militantes para realizar “acciones terroristas”.
Turki detalló que entre los detenidos también había un egipcio, un libanés, bahreiní y un apátrida.
El funcionario pidió a los residentes del país, donde un tercio de la población es extranjera, ser prudente frente "a los enemigos que fomentan disturbios y la sedición".
Arabia Saudita, un país mayoritariamente suní, cuna de la corriente fundamentalista wahabismo, decretó en febrero penas de hasta 20 años de prisión para quienes participen en combates en el extranjero o pertenezcan a grupos considerados como “terroristas”.