Detuvieron en Alemania a un sirio vinculado a Estado Islámico listo para inmolarse

Yaber al Bakr, el joven sirio de 22 años detenido en Alemania como sospechoso de planear un ataque con explosivos, tenía contacto con la milicia terrorista Estado Islámico (EI), informaron hoy los investigadores. 

"El modo de proceder y el comportamiento del sospechoso apuntan a estas alturas a un contexto relacionado con el EI", señaló el jefe de la Oficina de Investigación Criminal (LKA) de Sajonia, Jörg Michaelis, quien también declaró que el joven, que se registró en Alemania como refugiado, buscó información en Internet sobre la fabricación de explosivos. 

Según indicaron las autoridades, la carga explosiva que preparaba el sospechoso, seguramente en forma de chaleco, estaba a punto de ser terminada o incluso lista para ser utilizada en un ataque.

La carga explosiva de Yaber al Bakr estaba a punto de ser terminada.

El avance en las investigaciones que apuntaban a un posible atentado inminente, llevó a la LKA a iniciar un operativo especial para seguir los pasos del sospechoso y proceder a su detención. 

Tras vigilar su vivienda y siguiendo un protocolo de precaución que evitara poner el riesgo al resto de personas que vivían en el edificio en el que residía Yaber al Bakr, las fuerzas de seguridad decidieron intervenir el sábado. 

Dos días después de iniciar el operativo y después de confirmar la huida del presunto terrorista, las autoridades lograron detener hoy a este joven sirio que se registró en febrero como refugiado en Múnich y un día después fue derivado a un centro de acogida de refugiados situado en la ciudad de Chemnitz (sureste del país), donde la policía inició la operación de su detención. 

Además, las fuerzas de seguridad también detuvieron a su presunto colaborador, Kalil A., actualmente en prisión provisional. Este hombre, de 33 años y también de nacionalidad siria, se registró en Alemania como solicitante de asilo en diciembre en 2015. 

A ambos, las autoridades les habrían reconocido su estatus de refugiados, que les permitía residir en el país. 

Este año Alemania ha frustrado planes de supuestos atentados terroristas y ha sufrido varios ataques. En Múnich un hombre perpetró en julio un tiroteo que acabó con la vida de nueve personas cerca de un centro comercial, días después de que un refugiado afgano 
atacara con un hacha y un cuchillo a pasajeros en un tren regional de Baviera. 

Poco después otro refugiado sirio murió al explotar una bomba que llevaba en la mochila a la entrada de un festival en Ansbach, también en Baviera. La milicia terrorista Estado Islámico reclamó la autoría de los dos últimos atentados.