Un niño de 2 años y ocho meses y una beba de 4 meses ingresaron al hospital Schestakow severamente golpeados y la excusa de la madre fue que se habían caído. La justicia tomó intervención y le apuntó a los padres.
La causa la tomó la fiscal Andrea Rossi y a la madre de 20 años le prohibió acercarse a los hijos, mientras que el papá de 21 años fue detenido. A ambos les endilgan lesiones graves en contexto de violencia intrafamiliar.
Según fuentes allegadas al caso, el niño presentaba una fractura en el codo mientras que la bebé tenía varios golpes principalmente en las piernas.
El caso salió a la luz el miércoles cuando la madre ingresó a la guardia del hospital Schestakow con sus hijos lastimados.
Al ver el estado en que se encontraban los menores, los médicos comenzaron a indagar sobre lo ocurrido y para salir del paso la mujer dijo que un perro había tirado al chiquito y la beba se había caído.
Tantos accidentes juntos fueron poco creíbles y de inmediato le dieron intervención a los profesionales del Equipo Técnico Interdisciplinario (ETI) que depende de la Dirección General de Protección de Derechos de las Personas Menores de Edad.
Después de recibir el informe de los médicos forenses, la fiscal Andrea Rossi no detuvo a la madre pero emitió una orden de restricción de acercamiento.
En el caso del padre, primero fue sometido a pericias psicológicas porque había manifestado que se quería matar y actualmente está detenido en un calabozo de la comisaría Octava en San Rafael.
Si bien ambos comenzaron a echarse culpas por lo sucedido, los dos son sospechosos de maltratar a los niños.