Un joven de 28 años fue detenido en las últimas horas, sospechado de ser el asesino de Felipe Emiliano Carrizo, el muchacho de 23 años ejecutado este miércoles en Guaymallén de un disparo en la espalda.
Cerca de las 11.30 de ese día, la víctima fue atacada y quedó tendida en la manzana "B", frente a la casa 40 del barrio Belgrano I. Los policías que llegaron a la esquina de Delgado y Sarmiento constataron que, a simple vista, el muchacho en el piso tenía una herida en la espalda. Luego se especularía que había sido ocasionada con un arma de fuego "tumbera".
Horas más tarde, alrededor de las 19.30, en la esquina de Servet y Manuel A. Sáez de Guaymallén, dos jóvenes de 28 y 25 años fueron capturados por efectivos de la Unidad de Acción Preventiva, precisaron fuentes ligadas a la investigación.
Luego los sospechosos fueron trasladados a los calabozos de la comisaría 57 y, por disposición de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos Ortiz, fueron alojados en la comisaría Novena de Guaymallén.
Pasadas las 22.30 del miércoles, por disposición judicial, el menor de los aprehendidos fue liberado. Pero el joven de 28 años, de apellido Araya, quedó detenido y será sometido a pericias. Sin embargo, fuentes oficiales confiaron que hasta el momento no ha sido imputado ni reconocido.
Los pesquisas esperan contar con el testimonio del padre de la víctima, quien conocería a los autores del homicidio. A la declaración del hombre podrán sumarse las de operarios de la distribuidora eléctrica Edemsa, que a la hora del ataque se encontraban trabajando en la zona.
Disparos desde una moto
Una vez alertados del hecho, detectives de Homicidios llegaron a la escena y a ellos se sumaron peritos de Policía Científica que, por orden judicial, resguardaron como prueba la ropa de la víctima.
Tras el ataque, Carrizo fue trasladado en ambulancia al hospital Central, donde falleció dos horas después.
De la información recabada en el lugar, efectivos de la División Homicidios pudieron establecer que los atacantes circulaban en una moto de baja cilindrada de color negro.
Había sido baleado en 2017
Si bien Carrizo no tenía antecedentes judiciales, según trascendió, en su historial figura un hecho que lo tuvo como protagonista de otro ataque a tiros. Esa versión también es objeto de análisis de los pesquisas, que indagan el móvil del crimen porque todo indica que esta vez fueron a buscarlo para ejecutarlo.
El primer día de enero de 2017, Felipe Carrizo fue herido de dos disparos al quedar en el fuego cruzado entre bandas antagónicas, aunque a diferencia de lo ocurrido el miércoles, esa vez salvó su vida. Sufrió una herida en el muslo derecho y otra en su brazo derecho.
Ese enfrentamiento a tiros resultó fatal para Liliana Gutiérrez (48), quien se encontraba cenando en el interior de una vivienda ubicada en calle Granaderos de San Martín al 3000 del barrio 17 de Noviembre, en Guaymallén. Al salir a la puerta de su casa después de escuchar los disparos, la mujer recibió un impacto en el abdomen que terminó con su vida minutos después en el hospital Central.
Las crónicas de aquella época hablaban de una guerra entre bandas que se enfrentaron a los tiros en la misma calle donde vivía Felipe Carrizo y a escasos metros de su casa.