Ubicada en plena cordillera y en un lugar histórico, justo donde acampó la columna del general Las Heras en el cruce de Los Andes, la escuela Correo Salinas es la única primaria de Polvaredas y por tanto un faro de luz para toda la comunidad. Pero lamentablemente durante la cuarentena esta establecimiento ubicado a 150 kilómetros del centro de Mendoza, se convirtió en botín de delincuentes que ingresaron y se llevaron elementos de valor.
Tal como detallaron desde la delegación norte de la DGE, el robo se produjo el pasado sábado a la madrugada y al otro día la Policía detuvo a un ex alumno como autor del hecho. Aparentemente la motivación principal estuvo dada por un hecho circunstancial. Ya que la semana pasada volcó un camión con carne en las inmediaciones y una parte se guardó en las heladeras de la escuela para preservarla.
Para ingresar el joven rompió salvajemente el ingreso y no sólo sustrajo el alimento, sino que se llevó matafuegos, una impresora, una computadora, un televisor y ollas. "Es una escuela que está muy bien cuidada y que además del dictado de clase, tiene dos habitaciones para colonias educativas, pero lamentablemente pasó esto", expuso con pesar Eduardo Andrades, encargado de la delegación.
Durante esta mañana la directora se encontraba dirigiéndose el lugar para tomar nota sobre las necesidades de infraestructura para volver a cerrar el establecimiento. "Desde la DGE nos haremos cargo de las roturas y de los arreglos necesarios, pero lo más importante es contar con la colaboración de los vecinos para que esto no vuelva a ocurrir", aseguró Andrades.
En tanto destacó, que de acuerdo a su experiencia, es la primera vez que se entera de un robo de una escuela de frontera. "Porque estas escuelas son lo más importante de la zona ya que allí se imparte no sólo educación, sino también alimentos y principios", manifestó.
“Tocar a la escuela es como tocar al hijo de cada uno”
Myriam Bustos es ex maestra y vecina de Polvaredas. La educadora se mudó a la zona cuando empezó a trabajar en la escuela y después de que se jubiló al año pasado se quedó allí.
"La escuela ha sido un referente para la población siempre es intocable. Es la columna vertebral del pueblo, es donde se educa, se festeja y se reúne", explicó Bustos con tristeza.
Si bien habían ocurrido hechos de inseguridad en ocasiones anteriores, Myriam no recuerda otro ataque a la institución.
“Nos sorprendió aún más que uno de los atacantes haya sido un ex alumno porque los conocemos desde chicos y ver que han encontrado ese camino oscuro a uno lo hace pensar”, lamentó.
Y agregó: "Nos tocó muy en lo profundo porque tocar a la escuela es como tocar al hijo de cada uno. Nos duele en la confianza. No has han tocado la fase emocional. Uno se pone a pensar qué pasó con ese niño porque llegó a este extremo porque la droga y el alcohol le modificó tanto la conducta que no se dio cuenta que estaba atacando su propia escuela".
Los vecinos de Polvareda sostienen que la escuela está sufriendo las consecuencias de la cuarentena. "Mañana la directora va a ir otra vez para hacer un relevamiento de los destrozos a ver que se puede arreglar y que no", dijo Bustos.
“La cooperadora va a colaborar con las cerraduras y las llaves y en cuanto al inmueble pensamos que se va a encargar infraestructura”, continuó.
Sobre este último punto Myriam hizo hincapié en la necesidad de que el edificio sea reparado lo antes posible. "La escuela ahora está cerrada pero ya se viene el frío y el clima acá es muy inclemente", sostuvo.