La Policía italiana arrestó este miércoles al sacerdote argentino Patrizio Benvenuti acusado de estafar por más de 30 millones de euros (35 millones de dólares) a unas 300 personas. El escándalo salpica al Vaticano porque el prelado trabajó en el tribunal eclesiástico.
Benvenuti de 64 años reside habitualmente en las islas Canarias y está imputado por malversar los fondos de una fundación humanitaria.
Según fuentes allegadas a la investigación, muchas personas le entregaban dinero al sacerdote para las actividades de la fundación Kepha. Pero esas donaciones terminaban en un mecanismo de blanqueo de dinero en el que estaban involucradas empresas de Italia y de otros países del extranjero.
La Guardia di Finanza, que detuvo a Benvenuti en Bolzano al norte de Italia, también emitió una orden de captura internacional para el empresario francés Christian Veintisiete. Este hombre de 54 años es considerado un estrecho colaborador del sacerdote.