Un comisario de la Policía Federal, que atendía en la mesa de entradas del Departamento Central, y dos cabos de esa fuerza, fueron detenidos por su supuesta vinculación con una banda acusada de exportar dos toneladas de cocaína a México.
Así lo reveló hoy, en conferencia de prensa, el secretario de Seguridad, Sergio Berni, y agregó que los arrestados fueron apartados de la Policía y, además, se encuentran "sospechados de diferentes crímenes, como asaltos, entraderas, robo a mano armada, y protección a narcotraficantes".
"Se ha desarticulado una banda narcocriminal que tenía conexiones con el denominado Cartel de Sinaloa y se han secuestrado 2 mil kilos de cocaina liquida, gran cantidad de armas, y se ha detenido a nueve personas, una de ellas, de nacionalidad mexicana", detalló.
La operación fue desbaratada por efectivos de la Gendarmería Nacional y la Policía Federal por instrucciones de la jueza federal de San Isidro, Sandra Arroyo Salgado, que se trasladó a México e intervino en el decomiso de la droga, que iba diluida en aceite. Del viaje también tomaron parte el propio Berni y el Director de la Aduana, Carlos Sánchez.
"Nos trasladamos a México para comprobar que ese transformador que había salido de la aduana argentina y llegado a la aduana mexicana tenía la cocaína que sospechábamos", detalló.
El transformador eléctrico contenía la cocaína líquida y el aceite y había sido transportado desde Buenos Aires en un barco de bandera israelí, que amarró en el Puerto Progreso, del estado mexicano de Yucatán.
Al ser consultado sobre el origen del estupefaciente, el Secretario afirmó que arribó a Argentina "como llega normalmente el 90 por ciento: a traves de Bolivia y Paraguay por tierra" y estimó que el valor comercial en México de la droga incautada ascendería a "40 millones de dólares".
El mexicano detenido, identificado sólo como "César" y de 42 años, cayó durante un durante un allanamiento a un departamento de la calle Amenabar al 1900, en el barrio porteño de Belgrano, luego de haberse resistido a los tiros y tomar de rehén a su familia.
Cuando los gendarmes se disponían a ingresar a uno de los departamentos de la planta baja para allanarlo fueron atacados a balazos desde su interior, por lo que uno de los efectivos resultó herido en el brazo derecho. La mujer del sujeto explicó luego que el hombre pensó que se trataba de una banda de ladrones que entraba al departamento para robar y por eso disparó hacia el otro lado de la puerta.
Sin embargo, los detectives del caso creen que el sujeto realizó los tiros al ser descubierto por la policía o tal vez porque pensó que se trataba de sicarios que querían matarlo por su supuesta vinculación con una organización de narcotraficantes.