Una mujer que se hacía pasar por empleada de una empresa minera que necesitaba contratar empleados para llevar adelante un ambicioso proyecto, fue detenida esta semana después de haber estafado a varios "postulantes". La sospechosa los citaba en un hotel céntrico, los entrevistaba y les cobraba 300 pesos en calidad de pago de un curso que debían hacer previo a obtener el empleo. Luego ella y las esperanzas de trabajo desaparecían.
Policías de Delitos Económicos detuvieron esta semana a la sospechosa después de una investigación que se desató tras una serie de denuncias idénticas: una mujer que decía representar a una minera había estafado a varios hombres a los que les había hecho pagar 300 pesos como pago de un curso de capacitación que debían realizar para obtener el ansiado puesto laboral.
Como la estafadora recibía a los postulantes en un hotel céntrico, todas las denuncias recayeron en la Oficina Fiscal 1 de Capital.
La sumatoria de presentaciones hizo que la Justicia le diera intervención a la división Delitos Económicos, a cargo del principal Carlos Guillot. Así fue que tras una serie de investigaciones, la mujer fue detenida y deberá enfrentar cargos por estafas reiteradas.
Estafadora engañada
La mujer recibía a los postulantes en una oficina que alquilaba en un conocido hotel de Ciudad. A ellos también los engañaba: les decía que era representante de "Mineras del Sur" y que necesitaba un espacio adecuado para recibir a aspirantes a ocupar puestos que la empresa ofrecía. Desde la administración del hotel no sospecharon nada: ese tipo de operaciones se realiza con habitualidad por lo que pusieron a su disposición una oficina.
Una vez que tuvo un lugar donde llevar a cabo su "trabajo", la estafadora publicó avisos en diarios locales ofreciendo empleos. Al llamado se presentaron varias personas. A todos les explicó los pormenores de los empleos que ofrecía y les pidió dinero para costear los gastos administrativos del supuesto curso.
La reunión entre empleadora y futuro empleado terminaba cuando ella tomaba los datos del postulante y le prometía llamarlo para decirle la fecha de inicio del curso. "Tenía incluso papeles con membrete a nombre de la empresa por lo que nadie dudaba de la veracidad del ofrecimiento", dijeron los pesquisas.
Pero como el tiempo pasaba y los postulantes no tenían noticias, comenzaron a dudar. Hasta que uno de ellos se presentó en la Justicia a denunciar que había sido estafado y contó los pormenores del encuentro que había mantenido con la mujer.
Para capturarla, un policía se presentó ante ella como un aspirante más al empleo: hizo todos los trámites por los que había pasado el resto de los estafados por lo que no quedaron dudas del accionar de la mujer y de la empresa "fantasma" que decía representar.
La estafa (a pesar de que sean varias) es un delito excarcelable ya que el mínimo de la pena es de un año de cárcel, por lo que la mujer aguardará en libertad la investigación que la Justicia lleva en su contra.