Tras varios meses de búsqueda, la policía detuvo ayer en San Martín a un hombre que está acusado de haber
. Por el crimen, ya está presa la madre del pequeño.
La detención de José Vera, de 28 años
, se produjo ayer por la mañana en el barrio Romanoff de San Martín, lugar donde el hombre vivía junto con su pareja, Natalia Marisel Languinen (21), y el hijo de la mujer, Bautista.
Según indicaron fuentes policiales, la detención de Vera fue llevada adelante por personal de la Unidad Investigativa de ese departamento en una casa de la manzana "E", ubicada a pocas cuadras de donde residía con su familia antes del crimen de Bautista.
Tras ese hecho fue llevado a los calabozos de la Oficina Fiscal 12, donde se lo imputó por homicidio agravado.
Desde que se conoció el crimen del pequeño, la policía había realizado en esa barriada varios allanamientos para dar con Vera. En una oportunidad, se allanó una casa de la manzana "B" que pertenece a un amigo del sospechoso: si bien Vera no fue encontrado en ese lugar, los efectivos se toparon con siete kilos de marihuana, 80 gramos de cocaína, dos escopetas (una 12.70 y una 28), un rifle calibre 22 con seis proyectiles en su cargador y 46 municiones de distintos calibres. Ante esto se abrió una nueva investigación para determinar si el acusado del crimen también tiene relación con el mundo de las drogas.
Si bien los investigadores tenían sospechas de que el hombre no se había ocultado demasiado lejos, para acelerar la búsqueda el Ministerio de Seguridad ofreció una recompensa de 20 mil pesos para quien diera datos certeros que permitieran su detención, situación que finalmente se concretó ayer.
Violencia infantil
Con apenas 18 meses, Bautista Languinen ya tenía una vida difícil. Padecía de una enfermedad congénita. Según explicaron familiares del niño, Bautista vivía la mayor parte del tiempo con su bisabuela materna, María Luisa Flores (57), y en ocasiones lo pasaba a buscar su madre. "Es una relación familiar conflictiva la que tienen esas mujeres", agregaron desde la fiscalía.
El niño falleció la tarde del 7 de octubre de 2013 en el hospital Notti, donde estuvo internado tres días; a ese nosocomio llegó derivado de un centro de salud de Palmira, donde fue atendido por fractura de cráneo y diversas lesiones en el cuerpo.
Según se pudo determinar a través de los datos aportados por la familia, el día que Bautista fue golpeado, previamente su madre lo había pasado a buscar por la casa de su abuela y horas más tarde se lo entregó lastimado. Fue Flores quien al advertir el estado en el que se encontraba el niño, lo llevó al centro de salud de Palmira, donde sufrió un paro cardiorrespiratorio. Allí lo intubaron y lo trasladaron al Notti, donde finalmente falleció.