Siete llamadas satelitales que se habrían realizado desde el submarino ARA "San Juan" y no llegaron a enlazar con bases de la Armada Argentina, fueron detectadas ayer, informó un comunicado del Ministerio de Defensa.
La cartera apuntó que estas señales indicarían que la tripulación intenta restablecer contacto, por lo que se trabaja para determinar su localización precisa. Las llamadas, con una duración de entre 4 y 36 segundos, fueron recibidas entre las 10.52 y las 15.42 en distintas bases de la Armada, aunque no llegaron a establecer contacto.
Con la colaboración de una empresa estadounidense especializada en comunicación satelital, se trabajaba para determinar la ubicación precisa del emisor de las señales, ante la presunción de que podría tratarse del submarino que lleva a bordo 44 tripulantes.
El enlace con el "San Juan" se dio por perdido la noche del pasado miércoles cuando dejó de hacer contacto con la Base de Operaciones del Comando de la Fuerza de Submarinos de la Armada Argentina, con la que debía comunicarse cada 48 horas, tal como establece el protocolo. Así, se montó un operativo para restablecer el contacto, a cargo de la Armada Argentina y comandado directamente por el Ministerio de Defensa.
La última posición conocida del ARA “San Juan” fue en el área de operaciones a través del Golfo San Jorge, a 240 millas náuticas, el equivalente a 432 kilómetros. La Armada argentina explicó que la búsqueda se está realizando a la altura del Golfo San Jorge, algo más al sur de la Península de Valdés, a unas 430 millas náuticas (796 km) de la costa.
El ARA San Juan, de origen alemán, fue fabricado en 1985, cuenta con propulsión diesel-eléctrico (no nuclear) y hace dos años finalizó su reparación de media vida en astilleros de Buenos Aires.
Solidaridad internacional
Argentina recibe ayuda internacional de equipos de rescate submarino para el rastreo en la profundidad del Atlántico Sur del submarino desaparecido.
Un equipo especial de rescate submarino de Estados Unidos estaba por llegar ayer, precisó el vocero de la Armada, Enrique Balbi. Francia también ofreció uno. Esto se suma a buques con sondas de rastreo del lecho marino, una aeronave de la NASA, patrullas, aeronaves y buques pesqueros que fueron convocados a reportar toda novedad en avistaje, comunicaciones o ubicación por sonar.
“Se ha hecho un barrido en el 80 por ciento de la superficie”, indicó Gabriel González, el jefe de la base naval de Mar del Plata, donde se halla el comando de búsqueda.
Dado que “no se ha podido dar con el submarino en superficie, también damos prioridad a la búsqueda del submarino hundido”, dijo.
“La búsqueda submarina es mucho más complicada porque requiere el uso de medios con mucha tecnología, sonares y teléfonos subacqua”, explicó.
Ayer, un fuerte temporal con vientos de hasta 90 km/h y olas de siete metros dificultó la búsqueda. Para hoy hay previsiones de mejora.
“Se concretaron todos los ofrecimientos de ayuda, tanto militar como civil. Toda ayuda es bienvenida”, dijo Balbi, que no descartó “ninguna hipótesis” sobre qué le sucedió al submarino.
Inglaterra, por su parte, desplegó en ayuda el buque “Protector”, que opera desde las Islas Malvinas. Chile envió una fragata y Brasil su rompehielos que opera en Antártida y aeronaves de exploración.
La esposa del mendocino le escribe por Whatsapp
“Es angustiante el paso de las horas. (Vivimos) una mezcla de sentimientos terrible. Uno se pone nervioso, hay silencios, miradas”, dijo ayer a la prensa Marcela Moyano, esposa del maquinista mendocino Hernán Rodríguez.
Los familiares de los tripulantes se han concentrado en la Base Naval de Mar del Plata a la espera de noticias. Se abrazan unos a otros para darse fuerza. La Armada les ha proporcionado ayuda psicológica y un obispo los visitó para animarlos y compartir oraciones.
Marcela habló con su esposo, un marino alvearense con 20 años de carrera, cuando el submarino zarpó y todavía le envía mensajes por WhatsApp como lo hace habitualmente, pero no ha obtenido respuesta, según dijo.
"Estoy esperanzada de que Diosito nos va a escuchar y de que pronto vamos a estar todos juntos”, comentó María Morales, madre de otro de los tripulantes.
El jefe de la Base Naval de Mar del Plata, Gabriel González, afirmó que el grupo de 30 familiares de los 44 tripulantes del submarino, y que pasaron la noche del viernes en esa sede, “están contenidos psicológicamente y asistidos por personal especializado”.
