La comuna de Rivadavia entrega mensualmente abonos escolares a unos 700 alumnos de nivel secundario y universitario. Se trata de estudiantes que, por lo general, precisan de una ayuda económica para poder viajar y que tras presentar la documentación necesaria, quedan seleccionados y así, comienzan a recibir el beneficio del estado municipal, que se extiende a lo largo del año escolar.
Aunque es un servicio que llega a manos de muchos alumnos, que de otro modo tal vez verían en riesgo la posibilidad de seguir estudiando, parece ser que no todos valoran esa ayuda ya que en el último tiempo, la comuna detectó casos de venta de estos abonos por parte de los mismos alumnos beneficiados, quienes los ofrecen a cambio de algún dinero.
"Es lamentable pero está ocurriendo", admitieron desde el municipio, aunque enseguida subrayaron que en esos casos, la ayuda se interrumpe inmediatamente.
"Hay pibes que no agradecen nada y que encima no piensan que la plata que cobran por vender el abono les va a durar poco y que después no tendrán ni la plata ni el abono", opina Micaela, que al igual que muchos otros estudiantes, ayer se arrimó por el municipio para recibir el abono de junio; detrás de ella, Marcelo, estudiante de la UNCuyo asiente: "Pasó lo mismo con aquellos que salieron a vender las computadoras que entregaba el gobierno en las escuelas. El problema es que hay muchos chicos que no quieren estudiar, por más ayuda que reciban".
Desde hace años y con fondos propios, la comuna de Rivadavia ayuda con el abono escolar a muchos chicos del departamento: "Le damos el abono al que lo necesita y que capaz que no consiguió ayuda en la escuela o en la facultad", dice Rosana Giacca, subdirectora de Educación de la Municipalidad de Rivadavia y cuenta que en mayo, el municipio destinó $128.000 a la compra de abonos, una cifra que se engrosa con los montos que las empresas de transporte pagan a la comuna por el alquiler de oficinas y uso de plataformas en la terminal de colectivos.
Cada chico beneficiado recibe 25 pasajes gratuitos por mes: "Es una ayuda y creemos que más del 90% de los estudiantes usa el abono escolar que entrega el municipio para lo que corresponde, que es viajar a estudiar", subraya la funcionaria y explica que cada mes, los estudiantes deben mostrar el cartón del mes vencido para recibir el nuevo.
El asunto es que un pequeño porcentaje de esos estudiantes, vende los cartones del abono, más allá de que saben que de esa manera perderán el beneficio: algunos los ofrecen en la terminal de colectivos y otros en sus escuelas; incluso, hay quien pretende venderlo a través de Facebook o que, de manera insólita, van a las oficinas de la empresa de colectivos a ofrecerlos.
"Esos casos ocurren y el alumno pierde el beneficio que estaba teniendo. Incluso hay ejemplos de chicos que usan todo el abono pero que descubrimos que casi no van a la escuela y que usan los viajes gratuitos en colectivo para pasear al centro de Rivadavia. Por suerte se trata de un porcentaje menor, que lamentamos y lo único que podemos hacer es quitarles el beneficio, que seguramente otros sabrán valorar mejor".
