¿Hay espacio para los dos? Manchester será escenario de un derby de máxima tensión en la 4ª jornada de la Premier League entre el United y el City, dos clubes en la cima del torneo que están entrenados por dos genios que se detestan, José Mourinho y Josep Guardiola.
Con este duelo los dos técnicos pondrán fin a tres años sin enfrentarse, en un donde sus respectivos equipos llevan tres victorias en otras tantas jornadas.
Ese duelo eclipsa casi todo lo demás en la liga este fin de semana, con permiso de la visita del campeón Leicester a Liverpool y la del Southampton a Londres para medirse con el Arsenal.
La historia de los Mou vs. Pep tiene sus orígenes en el final de los ‘90, cuando no eran rivales sino compañeros. El portugués (hoy 53 años) era el adjunto y traductor de Bobby Robson y luego de Louis Van Gaal, cuando Guardiola, que ahora tiene 45 años, era una de las figuras sobre el campo del Barcelona.
“Eran más bien amigos”, destacó Robson en la biografía de Mourinho escrita por Patrick Barclay. Pero luego todo cambió cuando pasaron a ser entrenadores. Primero cuando el luso dirigía al Inter (Italia) y eliminó al Barça en la Champions 2010, pero sobre todo cuando meses después Mou pasó a dirigir al Real Madrid.
Sus duelos en la sala de prensa, símbolo de la rivalidad del clásico Madrid-Barcelona, fueron memorables y llenaron páginas y páginas en la prensa.
En Inglaterra hay más equipos que aspiran a lo máximo, por lo que no pueden centrarse únicamente en el otro. En el partido de hoy, el gran ausente será Sergio Agüero, atacante estrella del Manchester City, que la pasada semana fue sancionado con tres partidos por conducta violenta.
El kun fue sancionado después de que las cámaras de televisión mostraran que dio un codazo al defensor West Ham, Winston Reid, en la victoria de su equipo por 3-1 a fines de agosto.
La conexión Silva-De Bruyne funcionó bien hasta ahora, especialmente en ese partido ante el West Ham, antes del parate por eliminatorias.
En el Manchester United, dos de las superestrellas contratadas, Zlatan Ibrahimovic y Paul Pogba, afrontarán su primer gran reto con sus nuevos colores, en un partido de máxima exigencia.
Un escalón por encima de los anteriores partidos ligueros del United, contra Bournemouth, Southampton y Hull.
Varios argentinos. El gran clásico de Manchester tendrá mucha presencia argentina. Mientras del lado del United estará sentado en el Banco Sergio Romero ya que Marcos Rojo se presume titular, en el City jugarán Pablo Zabaleta y Nicolás Otamendi, mientras que Willy Caballero y Bruno Zucculini serían relevos.
Además juegan hoy: Bournemouth-West Bromwich, Burnley-Hull City, Middlesbrough-Crystal Palace, Stoke City-Tottenham, West Ham-Watford. Mañana: Swansea-Chelsea. Lunes: Sunderland-Everton.
En una época fueron amigos
En 1996 se conocieron Guardiola y Mourinho. Una temporada más tarde, ambos ganaron la Recopa de Europa al vencer al PSG. Todo cambió con el paso del tiempo.
Son dos de los mejores técnicos del fútbol mundial y volverán a verse las caras en un nuevo clásico, esta vez no en España sino en la Premier League inglesa. “Tengo una foto que me recuerda un súper abrazo con él después de ganar la Recopa.
Tuvimos una relación muy buena”, recordó el luso tiempo atrás.
El 14 de mayo de 1997, Barcelona había ganado la Supercopa de España, la Copa del Rey y se encaminaba a levantar la Recopa de Europa, en cuyo equipo Mou era el ayudante del DT culé Bobby Robson.
Después de esos títulos y de varias disputas dialécticas, la relación cambió. Ahora, en el Old Trafford de Manchester, se verán nuevamente las caras. ¿Se saludarán?
Hicieron su negocio
En el contexto Pep vs. Mou, las casas que se dedican a la reventa de entradas colocaron un precio exorbitante a los boletos. Según los principales sitios, como Stubhub o Viagogo, cada ticket cuesta alrededor de 800 libras (poco más de 1.000 dólares).
John Stones es una de las apuestas de Guardiola (@ManCity) John Stones es una de las apuestas de Guardiola (@ManCity)
Si bien las localidades que se pusieron a la venta se han agotado, este remanente en manos de quienes hacen un negocio por afuera alcanzó un valor pocas veces visto en un partido de fútbol.