El Instituto Melbourne de Economía Aplicada e Investigación Social, en Australia, publicó un estudio por demás curioso: si una persona es mayor de 40 años, trabajar más de 25 horas semanales puede afectar su inteligencia.
La paradoja es que trabajar menos también puede ser nocivo. De esto se deduce que existe una cantidad “óptima” de horas de trabajo para aquellos que ya pasaron los 40.
El dato surgió de una serie de pruebas que los científicos hicieron a 6 mil empleados que superaban esa edad. Los test se basaron en memoria y lectura y habilidades cognitivas.
Según los resultados, 25 horas a la semana es el tiempo óptimo que debe dedicarse al trabajo para que el funcionamiento cognitivo sea eficiente y equilibrado. En tanto que trabajar menos de ese tiempo también genera inconvenientes para la agilidad del cerebro en hombres y mujeres.
El exceso de horas de trabajo provoca fatiga y estrés físico y mental; aspectos que pueden dañar la capacidad cognitiva.
