Mientras el macrismo sigue celebrando la salida del default, la cancelación de la deuda con los holdouts y la vuelta a los mercados, la comunidad de negocios local observa con preocupación la relación con el gobierno.
Luego de la “mis en scene” del Presidente Mauricio Macri en la Quinta de Olivos frente a un grupo de empresarios, endilgándoles la suba de precios y los despidos, los hombres de negocios se preparan para una nueva contienda. En ningún caso se refieren a un enfrentamiento con el gobierno aunque es visible su malestar; no tanto con los dichos de Macri sino con su entorno.
Nadie se anima a hacerlo público ni tampoco deslizar comentarios, pero la comunidad empresaria está esperando un mayor compromiso del gobierno para facilitar las inversiones.
Con mucha reserva, 60 CEO de las principales compañías del país mantendrán una “jornada de trabajo” -así la denominaron-, con los principales funcionarios de la administración Macri. La convocatoria servirá “para mostrar a los funcionarios cómo se mueve el mundo real”, según dicen los organizadores.
“Nuestra intención es transmitir al equipo presidencial cómo se desarrollan los negocios en el mundo, qué demandan los inversores, qué condiciones piden para invertir en la Argentina, con el objeto de establecer un parámetro entre lo que está realizando el Gobierno y lo que falta para generar una corriente de capitales de inversión”, explicó uno de los empresarios.
En voz baja, los empresarios están preocupados por la demora en la presentación de un plan de reducción de gastos del Estado que permita disminuir la asfixiante presión tributaria que pesa sobre el sector privado.
“Si perdemos esta oportunidad de atraer inversiones, la Argentina va a entrar en un proceso de crisis muy severo”, advierten los CEO.
Al mismo tiempo, ven con recelo y temor la decisión de tirar toda la responsabilidad de la disminución de la inflación al Banco Central. “Nosotros creemos que es un error que todo pese sobre el BCRA. Somos conscientes de que Macri recibió un BCRA quebrado, con el disparate del dólar futuro y con un enorme déficit cuasi fiscal. Por eso, si no se corrige rápido el desequilibrio del Tesoro, va a ser muy difícil que bajen las tasas de interés que están paralizando la economía”, reflexionaron los economistas que asesoran a los empresarios y que apuntan sus críticas hacia el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay.
Los analistas expresaron que “el BCRA tiene en sus manos otra bomba que es peor que el dólar futuro y son las Lebac que equivalen a unos 600.000 millones de pesos y están todas calzadas a cortísimo plazo. Esto obliga a mantener tasas muy altas para evitar que se retiren esos fondos y vayan inmediatamente al dólar. Hoy, resulta mejor inversión colocar el dinero en interés que destinarlo a la producción y, en este contexto, es muy difícil que la economía se ponga en marcha y se puedan defender los empleos, como pide Macri”.
El tema de los despidos y los puestos de trabajo, es una piedra en el zapato del macrismo. En la Casa Rosada observan que la oposición y el sindicalismo se unieron para arrinconarlos con el dictamen que suspende los despidos hasta fines de 2017 y están dispuestos a dar pelea.
El propio Macri anticipó que rechaza el proyecto pero a los empresarios les causa preocupación.
“Ya pasamos por esto con la doble indemnización y no funcionó. Ahora vienen con otro mamarracho. ¿Quién va a tomar un nuevo empleado si no lo puede despedir? Si se sanciona esta ley, muchas empresas van a despedir aún más gente, antes de su aprobación”, argumentan los hombres de negocios. El tema tarifario se coló en la agenda. Las empresas del interior vieron aumentados sus costos de manera exorbitante tras el ajuste de tarifas.