Después de 21 años, la Provincia cancelará el Bono Aconcagua

El martes se pagará la última cuota del Mendoza 18, un título lanzado por Cobos en 2007 para refinanciar aquel bono emitido en 1997.

Después de 21 años, la Provincia cancelará el Bono Aconcagua
Después de 21 años, la Provincia cancelará el Bono Aconcagua

Hace 14 años, el entonces gobernador Julio Cobos se jugaba una carta difícil para un país como Argentina, que en diciembre de 2001 había dejado de pagar sus deudas. Era 2004 y Mendoza iniciaba un canje de deuda, intentando dejar atrás el saldo del Bono Aconcagua que había emitido Arturo Lafalla en 1997. 

El próximo martes, Alfredo Cornejo dará por terminado ese bono nacido en el gobierno de Cobos, el Mendoza 18. Ese día pagará 12,21 millones de dólares de la última cuota a los tenedores del título.

La historia del Mendoza 18 está atada a la interminable crisis de nuestro país. El episodio se inició en 1997, cuando Lafalla necesitaba refinanciar su deuda pública y estirar vencimientos hasta el 4 de setiembre de 2007, año en el que debía vencer el Bono Aconcagua.

Fueron varios meses de negociaciones, empezando por la autorización legislativa que se concretó en abril de ese año; en agosto la entonces ministra de Hacienda, Ana Mosso de Mortarotti, hacía una gira de presentación del bono mendocino en varias ciudades de Europa.

A fines de ese mes el Aconcagua estaba colocado al 10,1% de interés anual; la gran mayoría de los compradores eran de Estados Unidos, que se quedaron con el 63% de los 250 millones de dólares de la emisión.

Siete años después Mendoza quiso volver a reestructurar su deuda con plazos más largos y menor tasa de interés, pero con una diferencia: Lafalla y Mosso fueron pagando los vencimientos ya establecidos con los 250 millones de dólares; la idea de Cobos era que los tenedores del bono Aconcagua entregaran esos papeles y que Mendoza les entregara otros valores con vencimiento en 2018 y con la mitad de la tasa de interés.

A priori no era un gran negocio para los inversores que entraron en el bono Aconcagua. Sin embargo, después de la crisis de 2001 todo era posible.

Con el tiempo (el canje finalizó en 2008) Cobos logró canjear bonos por algo más de 230 millones de dólares; se recuperaron un poco más de U$S 8 millones por pagos de deudas impositivas y quedaron sin canjear U$S 10.588.000.

Caras conocidas

Los personajes de aquel momento aún son parte de la vida política mendocina: Cobos es senador nacional y Alfredo Cornejo era ministro de Gobierno. Los cerebros del canje fueron el ministro de Hacienda Alejandro Gallego (hoy subsecretario de Presupuesto del Ministerio de Hacienda de la Nación) y su jefe de gabinete Lisandro Nieri, hoy ministro de Gobierno de Cornejo.

Este martes, con el pago de la última cuota del Mendoza 18, la provincia cerrará un capítulo de la historia de sus finanzas que se remonta 21 años, cuando Lafalla y Ana Mosso lanzaron a Mendoza al mercado financiero internacional.

En el Ministerio de Hacienda y Finanzas cuentan que el 24 de agosto compraron los USD 12,5 millones necesarios para cancelar la última cuota del bono, lo que permitió pagar cada dólar a $30,45. Los funcionarios de esa cartera aseguran que se ahorraron 90 millones de pesos.

La ministra de Hacienda Paula Allasino, aseguró que el actual Gobierno cumplirá "con todos los compromisos asumidos, tanto por esta gestión como también con la deuda contraída por gobiernos anteriores".

Según explicó el titular de la Agencia de Financiamiento para el Desarrollo, Víctor Fayad, el Aconcagua y el bono Mendoza 24 que emitió Alfredo Cornejo en 2016 (por 500 millones de dólares) son los dos hitos más importantes en el crecimiento de la deuda provincial; el primero "fue para capitalizar a los bancos oficiales de Mendoza y de Previsión Social y luego poder vendérselos a una sociedad encabezada por Raúl Moneta"; el segundo, "para cubrir la 'fiesta' de Paco Pérez. Para pagar estos papelitos tuvimos que tomar otros papelitos".

El eterno retorno

Pero el 4 de setiembre no se cerrará toda esa historia. Queda una parte pendiente: 10,5 millones de dólares que no entraron al canje del 2004. En 2016 un tenedor particular, Moshe Marcel Ajdler, empezó a mandar cartas documento a Mendoza para reclamar por 7 millones de esos 10,5.

Además reclamaba intereses; en total, 23 millones de dólares.

El 3 de agosto del año pasado un juez federal de New York rechazó la demanda de Ajdler por los 7 millones, por considerar prescripto el plazo en 2011. Pero un mes después el bonista volvió a la carga por los intereses ante una corte de apelaciones neoyorkina.

Hace unos meses ese tribunal remitió las actuaciones a un juzgado del estado de Nueva York para que interprete la ley local referida a las deudas. En los próximos días Mendoza deberá presentar un escrito con su versión de esa interpretación ante el tribunal estadual, que luego emitirá su dictamen.

Ese dictamen será clave para que el tribunal federal emita veredicto.

El canje que inició la era de los “buitres”

El bono Mendoza 18 fue un globo de ensayo para el canje que lanzó la Nación unos meses después. En 2005 el presidente Néstor Kirchner canjeaba los títulos declarados en default por Adolfo Rodríguez Saá en 2001 por un 81.800 millones de dólares. En total se logró canjear el 76% de esa deuda.

Como pasó en Mendoza, hubo tenedores de los viejos títulos que no quisieron ingresar a ese canje, cerrado el 3 de marzo de 2005. Pero la presentación de Paul Singer (titular del fondo Elliott) ante el juez Thomas Griesa demoró el anuncio formal hasta el 2 de junio del mismo año.

El canje fue reabierto por Cristina Fernández en 2010 para sumar más tenedores de la vieja deuda a los nuevos papeles, llegando al 92% del total; pero quedaron títulos sin canjear en manos de los "fondos buitres".

Después de varios reveses judiciales en el juzgado de Griesa, la historia del default de Argentina terminó el 22 de abril de 2016 cuando Mauricio Macri transfirió 9.300 millones de dólares a aquellos "buitres".

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