La nave espacial Casini se adentró hoy en los anillos de Saturno, última fase de su misión que tendrá su fin cuando el 15 de septiembre se lance en picado hacia la atmósfera de este planeta en una maniobra de desintegración.
La Agencia Espacial Europea (ESA), promotora junto a la NASA estadounidense de esta misión que comenzó con el despegue en 1997, explicó en un comunicado que una vez que cruce por primera vez el plano de sus anillos, Cassini va a introducirse entre éstos y Saturno.
Esta maniobra se produce después de que el pasado día 22 realizara con éxito su sobrevuelo número 127 (el último) de la mayor luna de Saturno, Titán.
La ESA subrayó que con las "repetidas inmersiones en esta región inexplorada" se va a concluir una misión durante la que se han "recopilado datos sin precedentes para responder a cuestiones fundamentales sobre el origen de Saturno y su sistema de anillos".
Tras su despegue de la Tierra en 1997, Cassini estuvo viajando por el Sistema Solar durante siete años hasta llegar a ese planeta en julio de 2004, y meses después se desprendió de la sonda europea Huygens, que aterrizó en Titán el 14 de enero del año siguiente.
La combinación de los datos recopilados por Huygens sobre el terreno y por la nave en sus vuelos han permitido poner en evidencia los procesos atmosféricos de esta luna, así como su evolución estacional, pero también la morfología de su superficie y su estructura interna, que podría incluir un océano de agua líquida.
En sus 13 años de misión por Saturno, Cassini ha cubierto cerca de la mitad de la órbita del planeta, que tarda 29 años en dar una vuelta en torno al Sol, y en ese recorrido ha sido testigo de dos estaciones en Titán, lo que -según la ESA- puede ofrecer información sobre el pasado y el futuro de la Tierra.
Como le queda poco combustible, su fin se ha programado con un cambio de trayectoria que le conducirá el 15 de septiembre a desintegrarse de tal forma que se cumplan unos requisitos de "protección planetaria" y evitar una potencial contaminación de las lunas de Saturno, "que podrían albergar condiciones aptas para la vida".
En esta última fase abierta hoy, Cassini proporcionará datos científicos que no se habían podido recopilar, ya que hasta ahora no se había aventurado en la zona que hay entre el planeta y sus satélites.
En concreto, medirá el campo gravitacional de Saturno a sólo 3.000 kilómetros de sus capas superiores de nubes, lo que contribuirá a mejorar los actuales modelos de su estructura interna y de los vientos de su atmósfera.
Los científicos esperan desentrañar la gravedad del planeta a partir de la minúscula atracción que ejercen en la nave los anillos. Eso hará posible calcular la masa total de estos anillos "con una precisión inaudita", siempre de acuerdo con la ESA.
Un Analizador de Polvo Cósmico estudiará, por su parte, la composición de las partículas en distintas partes del sistema de anillos, mientras el Espectómetro de Masas, Iones y Partículas Neutras sondeará las capas de la atmósfera superior de Saturno.
Se trata de analizar las moléculas que escapan de la atmósfera y las moléculas de agua procedentes de los anillos.
Las estaciones que la ESA tiene en Argentina y en Australia ayudarán a recibir los datos científicos de radio.