Ayer por la mañana una mujer fue atropellada al intentar cruzar la avenida Boulogne Sur Mer frente al Liceo Militar lo cual puso nuevamente en evidencia las dificultades que tiene la zona por el intenso tránsito.
Según informó la Policía Vial, a las 7.30 una señora de 40 años, luego de bajar del colectivo, intentaba cruzar la calle frente a Laprida cuando fue impactada por un Renault Clio. Esto le hizo perder el equilibrio y caer sobre el costado oeste de la calzada donde fue embestida por un vehículo Ford Escort, lo que le provocó la muerte en el lugar.
Según aseguraron vecinos, los policías y quienes transitan habitualmente por allí, los accidentes son bastante habituales sumando complicaciones a la congestión vehicular diaria.
"Todos los días hay problemas", sostiene Gustavo que vive sobre esta calle entre Laprida y Moldes. "Tuvimos que hacer la columna del canasto de basura de cemento porque cada dos por tres lo destruyen. Al arbolito que está al lado lo han roto varias veces y siempre hay mascotas atropelladas", agregó.
Virginia tiene una librería frente a la institución educativa y hoy no salía de su estupor. "La semana pasada casi me atropellan y a mi hijo hace unos años ya le pasó cuando salía del Liceo. Es muy difícil cruzar; la gente no respeta y encima te insultan".
Inclusive al mediodía de ayer a tan sólo dos cuadras del primer accidente se produjo otro protagonizado por una moto y un Renault Mégane en el cual hubo un lesionado. Un policía apostado allí dijo que sobre esta vía "hay muchos accidentes pero generalmente con pocos lesionados. Se complica porque hay mucho tránsito y la gente circula rápido".
Congestión e imprudencia
Se conjugan varios factores para que circular por este lugar a pie o en vehículos sea por momentos verdaderamente difícil, tal cual destacaron los vecinos y personas que circulan a diario por allí. Imprudencia, falta de respeto a la señalización, horarios pico de ingreso y egreso de la institución además del colapso por la cantidad de vehículos que deben usar esta vía, fueron mencionados.
Ariel trabaja en los alrededores por lo que conoce el panorama: "Está todo señalizado. Los problemas son sobre todo por la imprudencia de la gente", concluyó.
Las opiniones apuntan a que en horarios de ingreso y egreso del Liceo es cuando la situación se pone más escabrosa ya que muchos intentan doblar a la izquierda cuando salen de allí o cuando vienen en dirección sur-norte para ingresar atravesándose sobre la mano contraria.
Para colmo, esto ocurre cuatro veces al día ya que primaria y secundaria tienen diferentes agendas y el movimiento comienza a las 6 de la mañana. Mencionaron además que los viernes al mediodía en que todos salen a las 12.30, es cuando se producen los mayores problemas.
Silvana, una mamá que lleva a sus hijos allí explicó que "mientras se avanza hacia el sur hay más autos y sobre todo micros por lo que hay que evitar llegar a Avellaneda y en general no queda más opción que doblar a la izquierda".
Además unos metros hacia el norte está la calle de acceso al hospital Lagomaggiore, que cuenta con semáforo. Cabe aclarar que también el cruce de Moldes está regulado por luces. En la intersección con Paraná hasta hace un tiempo se registraban varios accidentes pero esto fue solucionado con un semáforo. Ha sido muy bienvenido por los vecinos que lo reclamaban desde hace tiempo, mientras que también se colocaron unos nuevos en la esquina de Suipacha.
Sin embargo también reconocen que esto ha ralentizado la circulación. La mujer agregó que "la gente cruza mucho a mitad de cuadra y no respetan la senda peatonal. La municipalidad pone agentes de tránsito que van distribuyendo los vehículos indistintamente del semáforo".
Destacaron que hay trechos largos sin puentes por lo que los peatones se encuentran con una acequia ancha que niños y ancianos no pueden cruzar por lo que quedan al costado de la calle poniendo en riesgo su vida.