En el circuito que induce al consumo según la Sedronar, en primer lugar, aparece el alcohol; luego las bebidas energizantes; en tercer puesto, el tabaco; cuarto la marihuana; en quinto lugar, la cocaína y luego psicofármacos tranquilizantes y drogas de diseño como éxtasis, LSD.
La adicción no es un fenómeno aislado, ni aislable.
¿Qué lo desencadena? Todas las personas contamos con un capital compuesto por tres aristas. El primero es la herencia biológica; el segundo factor es el educativo (familia, escuela, amistades, medios de comunicación); y el tercero es determinante: el espiritual. Porque lo que cada persona es, no es producto mecánico de la suma de factores, aunque expliquen parte, lo que la caracteriza es la "determinación". Si baja los brazos, abandona su libertad e identidad frente a una adicción.
Nuestra sociedad no da respuestas, familias disueltas y escuelas colapsadas de problemas, a preguntas como: ¿qué sentido tiene mi vida?
El resultado es la falta de sentido, generando un vacío y cayendo al circuito adictivo.
Nos hemos convertido en testigos silenciosos e indiferentes.
¿Se puede salir? La persona sana y estable aspira por naturaleza no solo a la felicidad sino también al sentido de la vida. Esto se consigue, si dicho sentido lo hace suyo y toma decisiones rumbo a ese proyecto que lo trascienda.
Invito a leer a la doctora Elizabeth Lukas "Libertad e identidad".
Mercedes Petri Carbonari
DNI 40.972.865
