Se ha implementado un llamado a concurso nacional, avalado por la Municipalidad de la Capital y por el Colegio de Arquitectos de Mendoza, para un proyecto urbanístico inmobiliario que otorga un certificado de defunción definitivo para todo el sistema ferroviario que alguna vez sentimos con orgullo los mendocinos.
Historia de nuestro ferrocarril
En el pasado, el ferrocarril fue el medio de transporte más usado. Los convoyes llegaban regularmente de los departamentos a la ciudad, y además de otras provincias. Al comienzo más de 15 trenes por día, más tarde, 4 trenes, que por el crecimiento de la población al oeste de la ciudad, producían una importante molestia pues con sus 10 o 15 vagones cortaban la ciudad en su recorrido, con lo que se generó un profundo malestar y hartazgo en la población; se pensó, y con criterio, erradicarlo del pleno centro. La solución posible: se pensó en reinstalarlo en la variante de Guaymallén, pero estaba lejos de la población, con altos costos de traslado del usuario y sin infraestructura y equipamiento residencial, hotelero, turístico, ni calles.. Era dejar a los pasajeros en medio del campo.
Opinión de organismos ferroviarios internacionales. Cuando una estación perturba la vida de la ciudad, la solución es reubicarla por encima o por debajo de la ciudad, pero nunca cambiarla de ubicación pues ha generado un desarrollo por años de la ciudad y éste tiene que ver con su funcionalidad: hoteles, restaurantes, comercios turísticos, de servicios, etc. Además de recorridos urbanos, ómnibus, taxis, avenidas y calles que tienen que ver con la influencia de este importante medio de transporte, el ferroviario.
Nuestra ciudad. La ubicación del ferrocarril en nuestra ciudad es la mejor por localizarse en el centro del conurbano y al servicio de la mayor cantidad de población, pero debe estar bajo nivel a fin de permitir una mejor vinculación ciudadana, posibilitándose en su superficie la existencia de una amplia avenida por sobre el trazado ferroviario original entre Godoy Cruz y Las Heras y ayudando a la avenida San Martin en su misma dirección. La solución sobre nivel (viaducto ) se descarta por el gran peso, monumentalidad visual, sismicidad y altos costos estructurales.
Razones que definen inmejorablemente su ubicación actual. Estar en la mejor senda ferroviaria, ser Estación Central y en el epicentro poblacional .
Senda ferroviaria. Hoy existe un trazado ferroviario óptimo que, pasando por la ciudad, vincula directamente con San Juan y Buenos Aires a los usuarios del sistema
Estación Central. La ubicación de la Estación es la mejor pues se encuentra en el centro del conurbano, favoreciendo un mínimo desplazamiento de los usuarios, a y desde la estación.
Epicentro poblacional. Su ubicación actual está al servicio de la mayor densidad poblacional, colindante con avenidas importantes, reduciendo a un mínimo los costos sociales de traslado del usuario.
Hoy, en todo el mundo, el ferroviario es el medio de transporte más preciado; se invierten fortunas en hacerlo más eficaz, rápido, puntual, confortable, además por su economía funcional y favorecer la descontaminación, mejorando la calidad de vida de la gente y de las ciudades.
Acá se hizo exactamente todo lo contrario: se anuló, se abandonó, se destruyó, se olvidó.
En nuestra ciudad, por la especulación inmobiliaria apuntando a sus amplios y céntricos territorios, se decidió como estrategia desdeñarlos para poner a la población en su contra, llenándolos de escombros y basura. Se plantaron ‘okupas’, se prendió fuego deliberadamente la estación, se erradicaron las vías plantando otras del fallido metrotranvía.
Instalación del Metrotranvía. Fueron prevenidos del inminente desastre ferrourbanístico y con suficiente antelación (tengo las pruebas): Ricardo Jaime, Julio de Vido, Néstor Kirchner, Celso Jaque; pero el objetivo era el relato, robar y rajar. Este sistema nunca se autofinanciará, casi no tiene pasajeros, está instalado en la senda ferroviaria (sólo útil al ferrocarril), es un despropósito altamente perjudicial, peligroso, e impide el regreso del ferrocarril a la ciudad.
Si se cometió un deliberado y grave error, producto de la gran corrupción reinante en nuestro país en la “década ganada”, hay que solucionarlo rehaciendo, reubicando, reutilizando ese medio de transporte en la misma ubicación, pero en otra posición: bajo nivel.
Conclusión
Hoy se está realizando un concurso nacional y provincial para terminar para siempre con la historia del ferrocarril en pleno centro de nuestra ciudad Capital.
El objetivo final es el desguace ferroviario total y definitivo.
Debe llamarse a plebiscito a la población para determinar si quiere o no tener el ferrocarril en pleno centro de la ciudad.
Impugnar ese concurso. Con nuevo enfoque y aval de la población, tratar una definitiva resolución al tema para llamar nuevamente a concurso pero con bases sólidas.
Las opiniones vertidas en este espacio no necesariamente coinciden con la línea editorial de Los Andes.
