No lo decía abiertamente, pero iba dejando señales con algunas declaraciones. Era evidente. No estaba cómodo con la situación generada en el último tiempo.
Aún así el Gato Oldrá tenía muchas ganas de seguir al frente del equipo, claro que necesitaba un respaldo de los popes y éste nunca se hizo firme. Como debiera ser si estaban conformes con su trabajo.
El discurso de José Mansur: “Puede seguir hasta cuando él lo decida”, sonó más a una frase de compromiso y no convenció demasiado al DT.
En medio de las idas y vueltas, una de las cosas que terminó de desgastar al entrenador fueron los insistentes rumores sobre las tratativas de los dirigentes con otros técnicos, más allá de la negativa del máximo conductor de la institución-
Además, al momento de proyectarse, Oldrá imagina un panorama con pocas pretensiones, y con bajas importantes en el plantel. ¿Zuqui?
¿Fernández? Puede ser...
Esto ya lo vivió en el arranque de la temporada, cuando pidió que no le vendieran a varios jugadores y finalmente le sacaron a todos los futbolistas referentes del elenco.
El Gato nunca estuvo convencido de hacerse cargo del conjunto, pero la “presión “dirigencial” hizo que cambiara su postura y apareciera, como tantas veces, como la rueda de auxilio que saca las papas del fuego.
Le fue tomando el gustito a estar sentado en el banco de suplentes y parecía que le encontraba la vuelta al equipo, pero los malos manejos precipitaron su salida.
¿Vuelve a las inferiores?
Lo quieren despedir con una victoria
El Tomba cerrará la primera parte del torneo -el certamen entra en receso por la Copa América- en casa frente a Arsenal de Sarandí, en lo que será el último encuentro de Daniel Oldrá como entrenador del equipo.
Los jugadores van por una victoria con el objetivo de despedir al Gato de la mejor manera.
El conjunto de la Bodega viene de caer ajustadamente frente a Unión de Santa Fe, y tendrá enfrente a un conjunto que está realizando una mala campaña.
Vuelven al once: Olivares y Burgos, mientras que Zuqui está en duda por una lesión.