Una familia puntana vive momentos de angustia y desesperación debido a que su pequeño padece leucemia, por lo que necesita de forma urgente un trasplante de médula ósea. Pero la asistencia oficial para poder acceder al tratamiento está demorada y el tiempo se transforma en un factor clave para la recuperación del niño y evitar que entre en una fase crítica.
Juan Francisco Rodríguez es un nene de seis años que vive junto a su mamá, Lorena Bonilla (38) en Villa Mercedes. El pequeño tiene trastorno del espectro autista pero en el mes de noviembre Juan Francisco sufrió una descompensación en noviembre del año pasado por la que debió ser internado en el hospital Juan Domingo Perón de dicha ciudad. Distintos estudios detectaron anemia y fue derivado al Notti de nuestra provincia.
Un largo peregrinar
Una vez en Mendoza se le realizaron diversos análisis que delimitaron el complejo panorama: la criatura padece Síndrome Mielodisplásico -leucemia- con pedido de trasplante de médula ósea. Este cuadro decantó en otro pedido de traslado, pero esta vez al Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez de Buenos Aires.
La familia debió trasladarse a Capital Federal y una vez allí los especialistas reconfirmaron el diagnóstico dado en Mendoza, a la vez que sugirieron buscar atención en sanatorios privados para poder dar curso de forma expeditiva al tratamiento para preparar el trasplante. Según señaló Lorena para ingresar al Garrahan deben esperar seis meses por una cama.
Frente a la necesidad de ayuda, los Rodríguez recurrieron al Estado puntano para que asistan a Juan Francisco en cuanto a los costos de tratamiento y trasplante, pero se encontraron con otro problema: según lo relató Lorena la posibilidad de cama en cualquiera de ellos estaba bloqueada debido a "una deuda que registra el CUIT de la provincia de San Luis, que es el mismo que tiene el Programa Federar de Salud (el ex PROFE y actual Incluir Salud). Ese número de CUIT registra una deuda".
"El gobierno de San Luis pidió presupuesto en el Italiano, en el Sor María Ludovica y en el Favaloro, pero desde las instituciones me dijeron que no se habían hecho por canales formales", afirmó la madre.
A este cuadro se le suma el agravante de que si Juan Francisco no es internado en alguno de los hospitales para comenzar con los preparativos, tampoco puede ingresar a la lista de espera del Incucai por la médula ósea. Además necesitan ayuda para poder quedarse en Buenos Aires en un lugar que reúna las condiciones necesarias para contener al nene para el posoperatorio.
"Yo quiero un centro de atención para mi hijo quiero salvar su vida. No me importa el color político. Esto no tiene banderas políticas es salud", concluyó Lorena.
La respuesta oficial
Diario Los Andes se contactó con el Ministerio de Salud de San Luis y desde el organismo explicaron que dicha provincia no tiene ningún tipo de deuda con el Hospital Universitario de la Fundación Favaloro, sino que "tiene un saldo a favor de 30 mil pesos".
Así mismo señalaron que "Desde Ayuda Social de la Provincia estamos esperando la disponibilidad de cama" y que apenas esté disponible el lugar para que Juan Francisco sea internado, se realizarán todas las gestiones para que reciba el tratamiento necesario "seguramente en Favaloro".