Qué dicen los habitantes del antiguo asentamiento, hoy en proceso de convertirse en barrio.
Rodolfo Pérez (37), sereno de una empresa de Luján de Cuyo, es hijo de uno de los pioneros de la barriada, Bernardo Pérez (69), de viaje en el momento de la visita al lugar. Sostiene que "el Nebot está lejos de todo, pero somos felices por los progresos que vamos consiguiendo y por la gente, que es buena". Sus deseos: que pronto llegue el asfalto y el gas natural.
Dos residentes con antigüedad son los esposos Manuel Bogado (83) y Anastasia Rodríguez (81). Él fue contratista de viña itinerante, hasta que en los '80 se radicó allí, al comprarle un terrenito a don Nebot. "Vivimos felices, no podemos pedir más...", comentó Manuel.
En tanto, María Isabel Negelua (40, cabeza de hogar, 4 hijos) es una de la mujeres que aprendió los rudimentos de la construcción, y está aplicada a levantar las viviendas que reemplazarán al emplazamiento que en el pasado se efectuó la toma de terrenos, que habitan aun 20 familias. "Queremos para el próximo invierno vivir en nuestras casitas; nos falta hierro y portland, pero vamos a llegar", dice con decisión.