La crisis no da respiro en Independiente, los tiempos se aceleran y cada temblor viene acompañado por una réplica. Horas después del acuerdo entre la Comisión Directiva y la Agrupación Independiente, cuya cara visible es el secretario general de la fracción disidente de la CGT, Hugo Moyano, el vicepresidente primero del club, Rubén Vázquez, anunció su renuncia indeclinable, en señal de rechazo a este pacto.
"Este es mi límite", explicó Vázquez a través de un correo electrónico dirigido al presidente Javier Cantero, pero enviado también al resto de sus pares de Comisión Directiva. El vicepresidente no había participado del cónclave del viernes a la noche, que se llevó a cabo en el hotel Feir's Park, en el Centro porteño, pero sí de la reunión de Comisión que se había efectuado el jueves, en la que había expresado su desacuerdo respecto a un posible arreglo con el sector ligado a Moyano.
La renuncia de Vázquez es la segunda que se produce esta semana (el jueves lo había hecho Darío Eichenblat, secretario de Prensa) y la novena entre los 22 miembros de la Comisión Directiva que se hizo cargo del club en diciembre de 2011. A ellas se suman las bajas de tres de los cinco revisores de cuentas.
Mientras la conducción del club se deshilacha, quienes quedan negocian en estas horas con Héctor Maldonado, líder de la Agrupación Independiente, e integrantes de otros grupos opositores los pasos a seguir para la firma del convenio que se acordó el viernes, que se sellará en los primeros días de la próxima semana.
El pacto contempla que el grupo moyanista se hará cargo del pago de los sueldos y de los premios (incluido el correspondiente a un eventual ascenso a Primera) de los integrantes del plantel hasta mitad de año, de los salarios del personal del club, como así también la cobertura de la deuda. La cifra que desembolsará superará los 20 millones de pesos.
A cambio, se acordó el desembarco de integrantes de la Agrupación Independiente en la Subcomisión de Fútbol. Ese es uno de los puntos que deberá debatirse antes de la rúbrica del convenio, puesto que la actual Comisión no acepta que la conducción del fútbol profesional quede íntegramente en manos de la oposición. Esta discusión será clave, sobre todo pensando en la conformación del plantel para la próxima temporada.
Otra de las condiciones impuesta por los moyanistas es el adelantamiento de las elecciones, previstas originalmente para diciembre de este año. La próxima semana habrá una reunión con las distintas agrupaciones para consensuar una nueva fecha, que no sería antes de agosto.
En medio de este espeso clima, Ricardo Bochini, el último gran ídolo de Independiente, consideró que "no sólo Cantero es culpable del pésimo momento del club. También tienen su cuota de responsabilidad los dirigentes que gobernaron en los últimos 20 años", disparó.
El "Bocha", como se lo bautizó desde su debut en el club en 1972 y se lo inmortalizó tras su retiro en 1991, responsabilizó, así, a siete presidentes: Jorge Bottaro (1994-1996), Héctor Grondona (1997-1999), Pedro Iso (2000-2001), Roberto Galeano (2001-2002), Andrés Ducatenzeiler (2003-2005), Julio Comparada (2005-2011) y Javier Cantero (2011-Actualidad).
"Acá no hay misterios ni fórmulas mágicas. El ascenso depende sólo de los jugadores, quienes son los entran a la cancha y ganan, empatan o pierden los partidos", enfatizó. "No debe irse ni puede sumarse ningún futbolista. Quedan doce fechas y tienen que lograr el ascenso. Depende de ellos y en menor medida del técnico. Ni los dirigentes, ni los hinchas, ni los socios pueden hacer algo en relación a este tema", continuó.