Néstor Majul, Subsecretario de Relaciones Institucionales del Ministerio de Seguridad de Mendoza minimizó los hechos de violencia acontecidos anoche en el estadio Bautista Gargantini en el entretiempo y luego del partido en el que Maipú goleó 4-0 a Independiente Rivadavia por los cuartos de final de la Copa Mendoza, y opinó que el operativo de seguridad "fue un éxito".
"Creo que no fue para tanto. Tengo el informe y controlado por reloj fueron seis minutos los que tardó la policía en calmar los incidentes. Nos han felicitado por el operativo y para mí fue un éxito la intervención policial", aseguró el funcionario en diálogo con Los Andes.
Consultado sobre los motivos por los cuales se habilitó la platea este y no se dejó como pulmón para evitar el cruce entre las dos parcialidades, Majul explicó: "Existe un problema interno entre dos facciones de la barra de Independiente Rivadavia (entre la de Jesús Nazareno y la de Villa del Parque). De hecho, ya habíamos tenido problemas cuando jugaron el partido anterior por el Nacional y por esa razón se diagramó separarlos".
El tema es que luego de los incidentes del entretiempo, ambas facciones fueron ubicadas en la tribuna sur y no pasó nada, a lo que Majul adujo a que en este caso "estaban unidas por un enfrentamiento con la policía ".
Pese a los graves incidentes y luego de estar detenido por más de media hora, el partido continuó luego de que mucha gente (había muchas mujeres y niños) de ambos elencos se retirara de estadio producto de la violencia, las balas de goma y los gases lacrimógenos. Sobre la decisión de ofrecerle las garantías al árbitro, Majul respondió: "El árbitro nos preguntó si estaban dadas las garantías para continuar y le dijimos que sí. De ahí en más no pasó más nada. Cuando terminó el partido la gente de Maipú se fue tranquila a su casa, sin ningún problema".
Lo que llama la atención de las palabras del funcionario es que tras finalizar el encuentro, de manera insólita, ambas parcialidades se retiraron al mismo tiempo y en las inmediaciones de la cancha, sobre todo por calle Boulogne Sur Mer y Avenida Las Tipas, hubo corridas y balas de goma producto de una nueva represión policial hacia los hinchas azules. Es más, en el playón de ingreso al Gargantini, a la salida de los vestuarios, un grupo de 200 personas de la Lepra debió esperar casi una hora a que mermaran las detonaciones de las balas de goma que venían del exterior para poder salir y regresar a su hogar alrededor de la 1 de la mañana.
Majul explicó que la intervención policial a la salida fue para "desarmar un posible enfrentamiento con la policía. Se intervino a tiempo y se despejó la zona. Es más, no hay reportes ni de personas lesionadas ni de destrozos de vehículos".
Eso sí, confirmó que hubo "cinco policías lesionados por proyectiles, pero ninguno de gravedad, ya están todos en su casa".
Además, según informó Majul, hubo tres personas detenidas que permanecieron demorados en la Comisaría 6ta del Barrio Cano, pero ya fueron liberadas. "Solo uno de ellos tenía antecedentes y se les aplicará el derecho de admisión. Seguiremos viendo las imágenes para detectar posibles nuevos detenidos de oficio".
Por último, brindó detalles del operativo cuyo costo (cercano a los 300 mil pesos) corre por cuenta de la Liga Mendocina de Fútbol. "Había 150 policias". Y dejó una reflexión comparativa sobre el comportamiento de la sociedad en este tipo de encuentros. "No hemos tenido problemas en ningún River-Boca, donde hay una concurrencia de 45 mil personas y sí anoche que había poco más de cuatro mil personas. Los que generaron desmanes fueron aproximadamente 300 revoltosos", concluyó el subsecretario.