Terminó la cuenta regresiva, la estación DSA3 en Malargüe entró en línea y se enlazó a la zonda BepiColombo que comenzó un extenso viaje de site años hasta Mercurio.
Este viernes, el satélite fue lanzado desde la Guyana Francesa por la Agencia Espacial Europea (ESA) en colaboración con la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA); y en esa misión, la estación emplazada a 40 kilómetros del centro malargüino, sobre la ruta 186, cumple un papel fundamental en las comunicaciones.
"A las 7 de la mañana (del sábado) comenzó el seguimiento de la BepiColombo, que es monitoreada por esta estación", explicó Diego Pazos, que es responsable del equipo de operatividad de la estación de ESA en Malargüe a través de la empresa Telespazio Argentina: "La zonda viaja a destino y en ese trayecto hay comunicación permanente para ver el estado de los sistemas".
La BepiColombo es la misión más reciente de la ESA y tiene el objetivo de explorar y estudiar a Mercurio, el planeta más pequeño del sistema y el más cercano al sol.
Para establecer y mantener un vínculo permanente entre la zonda y el centro de operaciones en Alemania, la ESA necesita de tres estaciones distribuidas por el mundo.
La DSA1, en Australia; la DSA2, en España y la DSA3 en Malargüe que además es la que tiene tecnología de avanzada.
"Básicamente lo que se hace es establecer la comunicación entre la estación ESA en Alemania y BepiColombo. Permanentemente se envían comando para hacer pruebas, mediciones, ver el estado del satélite", comentó Pazos.
Lejos de ese clima de estrés que suele verse en las películas de Hollywood, los técnicos e ingenieros que trabajan en la estación malargüina siguen en las pantallas el curso del satélite y monitorean constantemente todos los sistemas, pero en un ambiente por demás tranquilo.
"Nosotros establecemos los canales de comunicación, vamos siguiendo las actividades y estamos en condiciones de reaccionar ante cualquier inconveniente. Igualmente es un día tranquilo y se trabaja con absoluta calma, relajados, no hay nada de estrés, en lo absoluto. En el centro de operaciones en Alemania hay más actividad porque tienen una visión más macroscópica", indicó el responsable de la estación de Malargüe.
El viernes por la noche la BepiColombo inició un viaje de 91.700.000 kilómetros (como mínimo) y si bien entrará en la órbita de Mercurio dentro de 7 años y 2 meses la función de la DSA3 será estar en constante comunicación pero por los próximos 126 días.
"Vamos a estar hasta fines de febrero en permanente contacto con la zonda todos los días durante 12 o 13 horas", aclaró el ingeniero.
Dentro de ese clima rutinario que se vive por estos días en la estación de comunicaciones de espacio profundo en el sur mendocino, el seguimiento del satélite a Mercurio es una misión más, dentro del trabajo diario.
"La Bepicolombo pasa a ser una operación rutinaria más en cuanto al trabajo en la estación. Además estamos con la Exo Mars y Mars Expres que están orbitando Marte y la Gaia que es de observación de estrellas", dijo Pazos.
Conectados
Para enviar información al espacio profundo la DSA3 de Malargüe posee una antena de 35 metros de diámetro, 40 metros de altura y un peso superior a las 1.000 toneladas y emplea sistema de frecuencia digital. En el caso de las comunicaciones con la zona que va rumbo a Mercurio, por el momento hay un delay (retardo) de unos 3 segundos entre el envío y la recepción de los datos pero irá aumentado a medida que se aleje más de la tierra.
"Se utilizan frecuencias típicas de espacio profundo con sistema de modulación digital, son típicas de la industria satelital y el tiempo de retardo por ahora es de unos 3 o 4 segundos pero como está alejándose permanentemente con el transcurso del tiempo irá aumentando ese retardo y cuando esté en mercurio será considerable. Por ejemplo con Martes puede haber hasta 15 minutos de demora", detalló Diego Pazos, de la empresa Telespazio Argentina y encargado de la estación espacial malargüina.
Estratégica
La misión de la Estación Espacial Europea (ESA en inglés) "tiene como finalidad la exploración del espacio, siempr con fines pacíficos. Con ese espíritu la Estación hace investigaciones en distintos puntos del sistema solar", comentó Diego Pazos.
En el caso de la DSA3 de Malargüe la función que cumple es estratégica ya que por su ubicación, equipamiento y especialmente por una actualización de software que demandó una inversión de 4 millones de euros, cumple una rol "fundamental" en los enlaces y las comunicaciones que se realizan con los satélites lanzados al espacio profundo.
"Es la última estación que se incorporó a la red de la ESA y la única en el cono Sur con estas características. Así (la ESA) no necesita de otras agencias. El rol es muy importante porque garantiza la conectividad de la agencia para con sus misiones", explicó el ingeniero.
"Cuando se pierde visibilidad por la rotación de la tierra entra en operaciones la otra estación, después de nosotros sigue Australia, después España y otra vez nosotros", detalló el encargado de la estación.
El menos explorado
Mercurio es el planeta más pequeño del sistema solar y por su ubicación tan cercana al sol es el menos explorado.
La misión BepiColombo tiene como fin investigar el origen y evolución de Mercurio, estudiar la estructura interior, la geología y examinar la atmósfera del planeta, entre otros interrogantes.
