Cada año quedan 4.500 niños sin inmunidad contra el sarampión y la rubeola en Mendoza. Al cabo de 6 ó 7 años, este grupo asciende a una cohorte completa, la cantidad de nacidos en un año, es decir en torno a 30 mil pequeños.
Por ello cada 5 años se realiza una campaña nacional de vacunación para reducir esta proporción y atenuar las posibilidades de circulación del virus. El lanzamiento será hoy.
Se trata de enfermedades de las que no se han presentado casos autóctonos desde 2000 en la provincia ni en el país.
Sin embargo se han presentado casos importados en Buenos Aires con el consiguiente riesgo de contagio en quienes no tengan inmunidad.
"En un mundo globalizado como este el sarampión está a un avión de distancia, hay casos en Buenos Aires, Brasil y Venezuela", subrayó la jefa de Inmunizaciones de la provincia, Iris Aguilar. Y aclaró que la forma de evitar la circulación es lograr la mayor cobertura posible de vacunación.
El director de Epidemiología, Rubén Cerchiai, detalló que la vacuna tiene una eficacia de 90% o más, es decir que hay 10% de los vacunados que no desarrollan inmunidad.
La provincia tiene una cobertura con la vacuna Triple Viral SRP (sarampión, rubéola, paperas) de 95%, por encima de la media nacional que es de 90%.
Sin embargo, hay un 5% de los niños que no ha recibido la vacuna. De allí se desprende el 15% que cada año queda sin inmunidad, lo que suma alrededor de 4.500 niños.
Obligatoria
Hoy comienza una campaña nacional de seguimiento dirigida a todos los niños de entre 13 meses y quienes tengan hasta 4 años y 11 meses.
La vacunación es obligatoria e indistintamente de la condición en el calendario. La primera dosis de la vacuna se coloca a los 12 meses y la segunda al ingreso escolar (5 años).
Los profesionales explicaron que aunque hayan recibido la primera o falte poco para la de los 5 debe colocarse igual. Debe pasar más de un mes entre una dosis y la otra.
"No podemos tener certezas de que si fue vacunado desarrolló inmunidad", explicó Cerchiai. Aclaró que en caso de repetirse la dosis no tiene efectos secundarios. "Cuando ya tiene protección anterior la misma defensa del organismo neutraliza la vacuna", detalló.
El sarampión no se ha presentado en la provincia y los casos que surgieron en Buenos Aires son importados o relacionados con la importación. Pero el médico explicó que no se observa una cadena de contagio mientras que para que se consideren casos autóctonos debe haber una circulación sostenida del virus durante un año.
"El sarampión no es una enfermedad banal, puede producir complicaciones graves como meningitis, encefalitis, ceguera, muerte y hasta en algunos casos secuelas hasta de 10 años después de haberlo padecido. No es un tema menor, no es una enfermedad que da igual tenerla o no tenerla", dijo Aguilar.
En cuanto a la rubéola, el epidemiólogo manifestó que los últimos casos se presentaron en 1997 y 1998. Se trató de una epidemia en el país que tuvo un impacto menor en la provincia con 34 casos.
Esta enfermedad reviste un particular riesgo cuando se presenta en mujeres embarazadas que se contagian y pueden producir rubéola congénita. En el bebé esto puede provocar microcefalia, ceguera, retraso mental y malformaciones cardíacas, dijo Aguilar.
Estas situaciones llevan a la necesidad de fortalecer la vacunación para que ante una mayor cobertura se disminuya la circulación viral. Los padres deberán acercarse a cualquier efector público con vacunatorio para que sus niños reciban la vacuna de manera gratuita y sin necesidad de orden médica, explicó la médica.