Mendoza vuelve a ser el foco de la atención para la comunidad científica: un grupo de paleontólogos argentinos encontraron en Malargüe los restos del dinosaurio terrestre más grande del mundo.
Un reptil cuya longitud de 37,2 metros equivale a una tercera parte de una cancha de fútbol. Su peso se estima en 48 toneladas, igual que el de la ballena más grande y fue descubierto en rocas de fines del Período Cretácico, cuya antigüedad se estima en 86 millones años.
Este asombroso descubrimiento adquiere un valor agregado para nuestra provincia ya que el encargado de dirigir la excavación fue el reconocido geólogo mendocino Bernardo J. González Riga, de la Universidad Nacional de Cuyo.
González Riga es Geólogo con orientación en paleontología y desde hace muchos años dedica su vida a investigar sobre dinosaurios en Mendoza
Un artículo sobre Notocolossus fue publicado hoy en 'Scientific Reports', una revista de libre acceso de los editores de Nature, en el cual describen: los restos pertenecen a un dinosaurio todavía desconocido, que habitó hace unos 100 millones de años, 10 millones de años antes que otros representantes del tipo Titanosaurus.
El dinosaurio primeramente fue catalogado entre los 'Notocolossus gonzalezparejasi', unos dinosaurios que habitaron el territorio de la Patagonia durante el periodo cretáceo, unos 86 millones de años atrás.
Los científicos creen que su hallazgo pertenece a otro tipo de dinosaurios.
Tenían un cuello muy largo que les permitía encontrar comida sobre la tierra y entre las cimas de árboles, mientras que una cola de longitud semejante los protegía de los enemigos. Sin embargo, los científicos creen que su hallazgo pertenece a otro tipo de dinosaurios, porque vivió mucho antes.
Ese descubrimiento es de gran importancia, porque aclara cómo esas criaturas gigantescas se movían por la tierra. Sus enormes vértebras, de unos 15 centímetros en el corte transversal, estaban llenas de aire. Así que los huesos eran fuertes pero ligeros, lo que permitía a los dinosaurios moverse con seguridad.
Ese descubrimiento aclara cómo esas criaturas gigantescas se movían por la tierra.
“Los titanosaurios gigantes fueron las criaturas terrestres más pesadas que han existido. Las extremidades traseras de estos dinosaurios, fundamentales para conocer su tipo de locomoción y modo de soportar el peso, no eran completamente conocidas. Ahora tenemos nuevas evidencias que ayudan a resolver parte de este misterio”, aseguró el doctor González Riga
Los titanosaurios son un grupo numeroso y ciertamente enigmático. Son saurópodos, es decir enormes herbívoros con largo cuello y cola. Representan lo que mucha gente piensa cuando oye la palabra “dinosaurio”.
Comprenden más de 60 especies y vivían en todos los continentes. Su peso variaba entre el de una vaca hasta el de una ballena jorobada.
La evidencia sugiere que Notocolossus fue uno de los animales más pesados que haya sido descubierto en la Tierra. Aunque el carácter incompleto de su esqueleto impide realizar estimaciones precisas de su tamaño, su húmero (hueso del brazo), tiene 1,76 m de longitud, siendo más largo que el de cualquier otro titanosaurios conocido.
Notocolossus, que se traduce como "gigante del sur".
El tamaño descomunal y la localización argentina inspiraron el nombre de este género, Notocolossus, que se traduce como "gigante del sur". La especie se refiere a Jorge González Parejas, un abogado con sede en Mendoza que ha hecho contribuciones significativas para la protección del patrimonio paleontológico.
El enorme tamaño alcanzado por los saurópodos gigantes ha generado un gran interés para la biología.
Notocolossus es el primer titanosaurio verdaderamente gigante que ha preservado uno de sus pies en forma completa.
El equipo que descubrió a Notocolossus gonzalezparejasi
Líder del estudio y director del proyecto, el paleontólogo argentino Dr. Bernardo González Riga del CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas), IANIGLA, y Laboratorio de Dinosaurios de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) en la provincia de Mendoza.
Otros miembros del equipo de investigación son el paleontólogo norteamericano Dr. Matt Lamanna del Museo Carnegie de Historia Natural de Pittsburgh, Estados Unidos, y otros tres paleontólogos argentinos: Leonardo Ortiz David y Juan Coria del CONICET-IANIGLA y el Laboratorio de Dinosaurios de la UNCUYO, y el Dr. Jorge Calvo del Centro Paleontológico Lago Barreales de la Universidad Nacional del Comahue, en la provincia de Neuquén.