Las vaquitas de San Antonio, chinitas, mariquitas o catarinas, pueden llegar a consumir hasta 800 insectos plagas a lo largo de su ciclo vital, y es por eso que el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) quiere impulsar su cría.
Para Carla Chiandussi –técnica especialista en cría de enemigos naturales del INTA La Consulta, Mendoza–, las vaquitas de San Antonio son una alternativa para el control biológico de algunas de las principales plagas que afectan a las producciones hortícolas agroecológicas de la zona, aunque también citó una que está presente también en la mayoría de los hogares: los pulgones.
De acuerdo con la técnica, la "acción predadora significativa" de la especie tanto en su estadío larval como adulto, sobre insectos de cuerpo blando, es clave para el control de plagas como trips, pulgones y arañuelas.
Uso agrícola
Por su parte, Silvina Panonto –colega de Chiandussi en el INTA La Consulta– señaló que “es muy importante que estos procesos de control biológico se implementen en las chacras”. Así, esta herramienta es uno de los principios de una serie de cuestiones de manejo sustentable que deberían respetarse para que un cultivo sea agroecológico.
En esta línea, desde el INTA impulsan la cría casera de las vaquitas de San Antonio a fin de ser incorporadas a las producciones hortícolas de la región, como parte de un grupo de prácticas agroecológicas a implementar. Para iniciar con la cría, la especialista recomendó, antes que nada, "realizar un recorrido del entorno para registrar las especies presentes, la proporción en la que se encuentran, analizar la relación predador plaga y hospedero, e identificar los momentos del día oportunos para la recolección".
Especie invasora
La recomendación del INTA no aplica a todas las especies de vaquitas de San Antonio, la Harmonia axyridis está citada como una “invasora” por lo que no sería bueno multiplicarla de forma artificial.
Sin embargo, existen otras que también se pueden encontrar con frecuencia en los agroecosistemas, como la Cycloneda sanguínea, Adalia bipunctata, Eriopis connexa, Hippodamia convergens y la Olla abdominalis.
¿Cómo criarlas?
La propuesta es ayudar de forma casera a que aumente la presencia de vaquitas de San Antonio, identificar las que ya existen de forma natural, colocarlas en contenedores, proporcionarles suficiente alimento (partes de plantas con pulgones), y luego separar los huevos en un nuevo contenedor.
Para tener éxito en la cría artificial, Chiandussi destacó la necesidad de contar con una rutina en cuanto a la alimentación, limpieza y manipulación. "Cada estadío del ciclo de vida debe ubicarse por separado", especificó al tiempo que indicó que cuando se atienden los adultos, se cosecha la oviposición y se la deposita en otro contenedor.
“De acuerdo con el número de huevos, se elegirá el tamaño del contenedor, ya que en el mismo continuará el ciclo hasta la transformación en adulto”, aconsejó.
“Podemos separar la oviposición por especie o mantenerlos juntos”, explicó y destacó la importancia de “respetar el mismo estadío en cada contenedor contenga y, en el caso de los estadíos larvales, es importante no mezclar larvas muy pequeñas con grandes, ya que son caníbales”.
Por su parte, la alimentación, tanto en condiciones artificiales o naturales, es un aspecto fundamental y es necesaria la presencia de insectos presa. En este sentido, recomendó el uso de pulgones de la familia Aphidae, en especial aquellos pulgones asociados a especies vegetales de la familia Asteráceas (o Compuestas) como por ejemplo el ¨matico¨ Artemisia douglasiana, el ¨ajenjo¨ Artemisia absinthium, ¨lechuga¨ Lactuca sativa, ¨caléndula¨ Calendula officinalis, ¨achicoria silvestre¨ Sichorum intybus, ¨cerraja¨ Sonchus olerácea o ¨cosmo¨ Cosmo bipinnatus.
Con respecto a la limpieza, es importante realizarla día por medio. Se deben limpiar, retirar los huevos, proporcionar el alimento (parte de plantas con pulgones) y aplicar agua con rociador.
Sobre las vaquitas de San Antonio
Los Coccinellidae o vaquitas de San Antonio son una familia muy diversa y conocida de insectos coleópteros que, por sus características morfológicas, resultan vistosas, simpáticas y amigables.
Tienen un tamaño que varía entre 1 y 10 milímetros, son de forma redondeada u oval, brillantes, de vivos colores, con manchas negras sobre un fondo naranja, amarillo o rojo, en forma de puntos o rayas. Su cabeza, antenas y patas son negros y posee extremidades cortas.
A su vez, su comportamiento varía según la especie. De acuerdo con Panonto, “Eriopis connexa, Hippodamia convergens y Harmonia axyridis presentan mayor movilidad y velocidad, lo que dificulta las tareas de alimentación, colecta de huevos y limpieza. Por su parte, Adalia Bipunctata prefiere zonas con poca iluminación, escondiéndose entre las hojas. Por esto, se ubica en las zonas de abajo de las estanterías, mientras que Harmonia axyridis ovipone en partes de plantas como ser hojas, tallos o flores.
Las especies criadas disminuyen considerablemente la oviposición cuando son alimentadas con el ¨pulgón de las crucíferas¨ Brevicoryne brassicae y ¨pulgón blanco del álamo¨ Chaitophorus leucomelas. En contraposición, al aumento de la oviposición con el pulgón de las Asteráceas.