Más audios escandalosos del Próvolo: relaciones clandestinas que no entraron en la causa

El cura Amarilla fue suspendido por el Arzobispado y por el Vaticano luego de reconocer "una relación impropia". Los audios del romance

Más audios escandalosos del Próvolo: relaciones clandestinas que no entraron en la causa
Más audios escandalosos del Próvolo: relaciones clandestinas que no entraron en la causa

"No hay forma de que alguien supiera con exactitud todo lo que pasaba en el interior del Próvolo". En pocas palabras, esa fue una de las conclusiones del fiscal Gustavo Stroppiana al momento de alegar en el primero de los juicios por los abusos sexuales y hechos de corrupción de menores en el instituto para chicos sordos Antonio Próvolo. En su exposición, el fiscal se refirió específicamente a la extensión del predio y sus casi infinitos rincones; pero también a los detalles aberrantes de los hechos que más de 20 ex alumnos denunciaron haber vivido en su estadía en el lugar.

Las históricas condenas a los curas Horacio Corbacho (59) y Nicola Corradi (83), quienes recibieron penas 45 y 42 años de prisión; y al ex jardinero Armando Gómez -18 años de cárcel- confirmaron que esos episodios ocurrieron y que toda la pesadilla fue real. Sin embargo, hay muchos aspectos que siguen sin resolverse aún, y que grafican el ambiente de descontrol y promiscuidad que reinaba en el lugar. Y reafirman aún la conclusión del fiscal.


    Corbacho, Gómez y Corradi; ya condenados por 20 episodios de abuso sexual y corrupción de menores. Foto: Presa Poder Judicial Mendoza
Corbacho, Gómez y Corradi; ya condenados por 20 episodios de abuso sexual y corrupción de menores. Foto: Presa Poder Judicial Mendoza

Aún quedan 9 imputadas por los delitos que aguardan su juicio. Entre ellas hay dos monjas (una es la japonesa Kumiko Kosaka, quien tiene 7 imputaciones como autora y partícipe de abusos), la ex representante legal y ex directoras y profesionales. Pero también hay episodios que han quedado afuera, y que tuvieron como escenario el establecimiento que cerró sus puertas a fines del 2016.

Durante el juicio que ya terminó, el sacerdote italiano Corradi sumó dos nuevas denuncias por violación; y que serán investigadas ahora. Pero también hay escándalos que salpican a otro de los sacerdotes que estaba en el instituto; el misionero Ramón Amarilla, y quien tiene dos denuncias ajenas a los abusos.

Una de ellas está vinculada a amoríos secretos con dos ex cuidadoras del albergue de chicas (el mismo donde antes se desempeñó Kosaka); y que el propio sacerdote reconoció como "relación impropia". Esto le valió el retiro de las facultades ministeriales por parte del Arzobispado de Mendoza. Y de acuerdo a documentación del propio Arzobispado; Dante Simón -uno de los investigadores del Vaticano que había sido elegido para comandar la investigación eclesiástica sobre Corradi y Corbacho- también estaba al tanto de la situación del misionero. A raíz de todo este escándalo, Amarilla fue primero suspendido para oficiar de cura en la Arquidiócesis de Mendoza -en abrildel 2017-, y luego la Congregación de la Doctrina de la Fe lo expulsó del estado clerical en noviembre de ese mismo año.


    El sacerdote Ramón Amarilla. Foto: Internet
El sacerdote Ramón Amarilla. Foto: Internet

Más allá de la suspensión y reducción al estado laico; todo parece indicar que los abusos que ya tienen condena o que están por llegar a juicio son sólo la punta de un iceberg de descontrol, promiscuidad e irregularidades que eran moneda corriente en el instituto lujanino. Hechos de los que habían indicios, incluso antes de que se destapara el escándalo mayor.

Don Ramón y sus dos amantes

El por entonces cura Ramón Amarilla llegó al instituto mendocino en 2015. En su declaración durante el juicio que culminó el mes pasado, destacó que nunca observó "nada anormal" en el instituto; aunque detalló que cuando tomaba confesión a los niños del lugar, siempre los acompañaba una docente.

Fue también el mismo Amarilla quien entabló una relación amorosa clandestina con C., una ex cuidadora del albergue.

De esos audios que se mandaban el cura con su amante se desprende otro dato llamativo: una segunda mujer (a quien se identificará como N.) y también cuidadora del albergue, estaba celosa de la relación de ambos. Con ambas mujeres, Amarilla se encontraba en el interior del instituto (allí vivía); y fue precisamente con N. con quien el cura misionero vendía sábanas y otras pertenencias del instituto mientras estuvo cerrado. Por este hecho también hay una causa judicial.


    Fragmento de la nota de Los Andes donde se detalla la denuncia contra Amarilla y una de las cuidadoras por vender sábanas del Próvolo.
Fragmento de la nota de Los Andes donde se detalla la denuncia contra Amarilla y una de las cuidadoras por vender sábanas del Próvolo.

Una serie de audios de WhatsApp que intercambiaron Amarilla y C. fueron claves no sólo para concretar el divorcio de la mujer y su ex, sino también para la sanción del Arzobispado de Mendoza hacia el sacerdote. A lo largo de las conversaciones; montaban juegos verbales de celos, reproches mutuos y hasta situaciones afectivas y eróticas que se situaban en el doble sentido.

Por ejemplo, en un audio enviado el 19 de mayo de 2016, la mujer brindó detalles sobre una de la pantallas que montó para escaparse de su entonces marido y estar junto a Amarilla. También en las charlas sobresalen escenas de celos que la ex cuidadora le planteaba al cura; y que tenían "a una chica de Italia" como blanco.

"Vos me dijiste que con ella sólo tenías encuentros sexuales (...) Primero viene el enamoramiento, y puede estar acompañado por el sexo. Pero el amor es otra cosa" le reprochó el 24 de mayo de 2016.

Todos los mensajes de voz grabados se complementaban en el momento de las charlas con mensajes escritos, también vía WhatsApp. El doble sentido, las idas y vueltas caprichosas y frases que se sumergían en el erotismo también son parte de las interminables charlas que entablaron. "Me gustaría que me digas qué sentís físicamente cuando estás conmigo. qué experimentás. Pensá bien la respuesta, no te vayas a los extremos desde lo sexual solamente", exigió la ex cuidadora en uno de los mensajes.

"Cuando estamos juntos, cuando nos abrazamos, cuando nos besamos. Me gusta, me gusta mucho (...). Y me hace sentir bien. Abrazarte, besarte", respondió Amarilla con tono seductor. "Te estoy hablando de qué sentís, desde la respiración. Una sensación en qué parte de tu cuerpo, y no seas ordinario. No estoy hablando de una excitación. Estoy hablando de dónde lo sentís", le retrucó la mujer.


    Amarilla, participando de una misa en el interior del Próvolo antes del cierre por los escándalos sexuales. Foto: Internet.
Amarilla, participando de una misa en el interior del Próvolo antes del cierre por los escándalos sexuales. Foto: Internet.

"A mí me genera un calor interior, una aceleración de mis latidos...", agregó la mujer. "Vos hablas de sensaciones físicas que uno tiene cuando hay química, cuando hay piel entre dos personas. Las famosas 'mariposas en la panza' (...) El contacto físico que tenemos produce eso", respondió entonces Amarilla.

Las conversaciones siguieron ese mismo 24 de mayo del 2016, y los reproches y cuestionamientos le fueron ganando a la sensualidad. Tras una serie de idas y vueltas, el vínculo volvió a meterse en el terreno de lo sentimental. "Yo por mi parte, quiero seguir (...). Desde mi parte me está gustando, y me asusta también querer seguir. La parte que te corresponde a vos, ¿qué querés hacer?", se explayó el cura. Y el "¡Sí, acepto!" de la mujer -cual novia en una boda- volvió a recomponer el amor.

Otro momento de tire y afloje se observa cuando la mujer intentó convencer al religioso de que borre todos los mensajes que se habían escrito. "Yo no tengo nadie que me revise el celular. Así que voy a conservar tus mensajes como tesoro", desafió Amarilla; aunque luego cedió ante la insistencia de la ex cuidadora. "Me muero de ganas de que estés acá conmigo", respondió en tono seductor C.


    En el juicio que ya terminó y donde se condenó a los curas Corradi y Corbacho, Amarilla dijo que no observó "nada anormal".
En el juicio que ya terminó y donde se condenó a los curas Corradi y Corbacho, Amarilla dijo que no observó "nada anormal".

La conversación siguió por ese carril; con frases como "mi cama sigue fría" de ella, y "no me tientes a mí tampoco" de parte del cura. La mujer, además, lo desafió. "Acordate que escuchaste de la boca de (NdA: nombra a su ex marido) que yo soy aventurera; que me encanta eso cuando pinta. Pero justamente tenemos que ubicarnos en tiempo y espacio (...) No puedo derrapar", concluyó.

La otra cuidadora

La tercera en discordia es N., también cuidadora del albergue de chicas y a quien se menciona varias veces en las conversaciones entre Amarilla y C. Es evidente que la amante del sacerdote no quiere a su compañera y desborda de celos.

También con fecha del 24 de mayo del 2016, la mujer envió un audio al cura donde cuestionaba que N. esté pendiente de todos sus movimientos -como la última hora de conexión en WhatsApp- y también que se haya acercado a su marido (hoy ex). "Menos mal que vos no tenés el horario de la última conexión. Yo por la mañana lo tengo que poner por (NdA: nombra a su ex marido).Y no lo pongo durante la noche, porque si no sale la hora y me va a preguntar. Y si son inteligentes y se fijan tu última hora...", se escucha. A ese comentario le siguió otro reproche, más enérgico, donde le pidió directamente a Amarilla que no la vea cara a cara a N.

"Si hablás por teléfono, nunca hables de más. Negá todo, no digas nada. Tratala como que necesita hacer terapia. ¡Tenés que hablar, Ramón!. No seas tan duro. Porque se va a volver loca, te va a aparecer ahí y va a hacer cualquier huevada en el colegio", cuestionó.

Sin abandonar el tono de supremacía, C. intentó una vez más marcar el territorio. "¿Qué tiene de malo que yo vaya a verte? Sos mi director espiritual, mi confesor. Así que puedo ir, ¿o me vas a prohibir la entrada a mí también?", advirtió. "¿Viste que a mí me está controlando los horarios de WhatsApp? A ver si todavía me espera armada", reafirmó.


    Amarilla, en una visita al Papa Francisco. Foto: Internet
Amarilla, en una visita al Papa Francisco. Foto: Internet

Respecto al incipiente vínculo de N. con quien era su pareja, la cuidadora y amante de Amarilla esbozó un par de advertencias. "Ella no puede deducir que estoy chateando con vos. Pero está sospechando de todo", acotó.

Casi al final de la conversación del 24 de mayo de 2016, C. intentó encontrar una definición para el vínculo que los unía. "Amigos, porque hay mucha confianza. ¿Amantes? Eso lo veo desde lo sexual (...) Yo creo que somos muy buenos amigos. Hay un sentimiento un poco más fuerte entre nosotros, esta necesidad de cuidarse mutuamente y de no querer que el otro la pase mal", se escucha.

Tres días después, desesperada, la mujer le pidió a Amarilla que trate de convencer a N. de que no haga "la denuncia"; mientras que con fecha del 31 de mayo de 2016 hay otro audio de C. donde contó que su compañera la estaba "matando a mensajes". Ese mismo día, ambos coordinaron para encontrarse. "Ok, yo te espero acá. En la calle Boedo, 385 (NdA: la dirección del Próvolo)", le respondió casi cantando el sacerdote.

El cura reconoció la “relación impropia” y el Vaticano estaba al tanto

El cura (hoy ex cura) Ramón Amarilla continuó un tiempo más viviendo en el Próvolo mendocino; pese a la clausura e intervención del instituto y a la detención de sus pares ,Corradi y Corbacho.

El 5 de diciembre del 2016, el Arzobispado de Mendoza remitió una nota al superior de la orden de la que dependía el Próvolo en Italia (Robert Frainer) donde lo ponía al tanto de las novedades referidas a la sede mendocina. Además de referirse a las denuncias contra Corbacho y Corradi; informaban que sobre Amarilla había "una acusación sobre una relación impropia con una mujer, y una supuesta violación del sigilo sacramental". Doce días después, desde el Arzobispado de Mendoza enviaron también una nota al ex marido de la amante de Amarilla, quien había denunciado la relación clandestina en el mismo Arzobispado. Allí le informaban que habían pedido a Frainer que iniciara la investigación canónica sobre Amarilla.

El 7 de abril del 2017, en tanto, una vez más el arzobispo Carlos María Franzini envió otra nota a Frainer donde informaba que en base a los resultados preliminares de la investigación canónica (desarrollada por Dante Simón, quien investigaba a los 3 sacerdotes) había resuelto "retirar las licencias ministeriales" en la Arquidiócesis de Mendoza. La misma carta envió al responsable del Próvolo en La Plata; y en ambos casos adjuntó el decreto de suspensión. Firmado por el propio Amarilla, entre los considerandos del decreto está especificado que "Ramón Amarilla ha reconocido haber tenido una relación impropia".

Siete meses después. la Congregación para la Doctrina de la Fe expulsó al sacerdote Ramón Amarilla del estado clerical también. Es decir, no solo tiene la suspensión de la Arquidiócesis de Mendoza, sino que además fue expulsado como cura del Vaticano.

Este panorama complica a Simón, quien ha sido citado por la Justicia mendocina para mañana. Allí se le notificará que se lo está investigando por ocultamiento; ya que en mayo del 2017 -citado dentro de la causa penal del Caso Próvolo- declaró no haber tenido conocimiento de lo que había ocurrido en el instituto, sino recién hasta cuando lo designaron para investigar a Corbacho y Corradi. El detalle es que, de acuerdo a la documentación del Arzobispado, él era quien estaba investigando además a Amarilla.

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