Otra fórmula. Un nuevo dibujo. El mismo resultado. Las mismas miserias futbolísticas de antes y de ahora.
Y sí. Este Tomba es un desconcierto y cuesta encontrarle una identidad, su ADN de la flamante etapa del Gringo.
Por eso no resulta una sorpresa que el equipo no levante cabeza y se haya hecho amigo de las derrotas (la cuarta consecutiva con este entrenador y la quinta en el proceso).
Como en casi todos los partidos de la incipiente era Gabriel Heinze, Godoy Cruz salió decidido, vertical, activo, con salida limpia y clara desde el fondo y muchísima movilidad en sus intérpretes.
El plan parecía estar claro, el flamante 3-4-3 era una apuesta arriesgada por parte del entrenador. Sin embargo, la intensidad para presionar no se condice con la capacidad para controlar el balón.
Paradójicamente, el del entrerriano es un equipo que está ideado para atacar, pero al que le cuesta una enormidad lastimar al adversario. Acumula delanteros, coloca volantes de buen pie y hasta prueba con un delantero (Garro) como carrilero por derecha para -teóricamente- tratar de abastecer al reaparecido Jaime Ayoví. Sin embargo, no da pie con bola.
Es tan intenso que le cuesta ser preciso. No tiene pausa, sí mucha prisa. Y, cuando le convierten, entra fácil en la desesperación…
Tigre tampoco fue una maravilla. Al igual que habían hecho Gimnasia y Argentinos le alcanzó con taparle los volantes interiores. Facundo Sánchez y Joaquín Arzura tuvieron a Fernando Zuqui y a Gastón Giménez con la rienda corta. Para colmo, Fernández estuvo todo el primer tiempo estático y “jugando” otro partido.
Nada cambió cuando el adiestrador se decidió a mover el banco para tratar de modificar el rendimiento de su conjunto. Todo fue opaco como al principio, claro que con otros apellidos.
Fue el fiel reflejo de un manotazo de ahogado manteniendo el sistema. Jerez a la mitad de la cancha, Gonzalo Díaz sin encontrar una posición definida para lastimar y Guillermo Fernández perdido y sin lugar dónde sentirse cómodo.
No quedan dudas. Heinze no le encuentra la vuelta. Es un Expreso desconcertado.