En Estados Unidos, se conocieron ocho nuevos informes, etiquetados como "no clasificados" y "solo para uso oficial", que detallan avistamientos de objetos no identificados (ovnis) ocurridos desde 2013.
La mayoría de los encuentros ocurrieron frente a la costa de Virginia y Carolina del Norte en una zona denominada "zona de advertencia", un espacio aéreo restringido al entrenamiento militar. Siete de ellos involucran aviones caza F/A-18F Super Hornet o un F/A-18E Super Hornet, según Infobae.
Varios identifican a los ovnis como "sistemas aéreos no tripulados (UAS, por sus siglas en inglés)", el nombre oficial que da el Pentágono a los drones.
El informe más antiguo es del 27 de junio del 2013, y da cuenta del encuentro entre un F/A-18F Super Hornet del Escuadrón de Cazas de Ataque 11 y un "avión de color blanco y aproximadamente del tamaño y la forma de un dron o misil".
En esa ocasión el radar no detectó el objeto pero los pilotos sí pudieron tener contacto visual con él. Aunque la Marina emitió avisos internos sobre el evento, no hubo avisos a otros aviadores o restricciones temporales de vuelo.
De acuerdo con el informe de otro incidente de noviembre de 2013, un piloto de un F / A-18 de la Marina "pudo ubicar visualmente una aeronave pequeña. La aeronave tenía una envergadura de aproximadamente 5 pies y era de color blanco sin otras características distinguibles".
"Debido al pequeño tamaño, se determinó que el avión era un UAS", dijo el informe.
Otro documento describe un incidente del 26 de marzo de 2014. "La aeronave desconocida parecía ser de tamaño pequeño, aproximadamente del tamaño de una maleta y de color plateado", se lee en el reporte.
Durante ese encuentro, uno de los aviones F / A-18 de la Marina "pasó a menos de 1000 pies del objeto, pero no pudo determinar positivamente la identidad de la aeronave”. El informe agrega que el piloto "intentó recuperar el contacto visual con la aeronave, pero no pudo”.
Además, los informes también advirtieron que los militares no pudieron determinar quién estaba operando la aeronave no tripulada y alertaron sobre el riesgo de posibles colisiones con los aviones de la Marina.
“Después del vuelo, la agencia de control contactó a numerosos operadores locales de UAS, pero ninguno afirmó tener conocimiento” de la aeronave no identificada, dice el informe de noviembre. “Siento que puede ser solo cuestión de tiempo antes de que uno de nuestros aviones F / A-18 tenga una colisión en el aire con un UAS no identificado”, advirtió uno de los autores de un informe.
El documento alerta que los drones "presentan un mayor riesgo en el aire que los aviones tripulados. A menudo son menos significativos visualmente y menos aparentes que los aviones tripulados".
Tras publicar los videos en abril, el Departamento de Defensa estadounidense explicó que "el fenómeno aéreo observado en los vídeos sigue calificado como ‘no identificado’” y que decidió difundirlos “para disipar cualquier falsa idea del público sobre la veracidad o no de las imágenes que fueron emitidas o sobre el hecho de saber si había más o no”.
La primera grabación, conocida por los expertos como "FLIR1", muestra un objeto de forma oblonga, que se acelera fuera de la vista de los sensores. En el video llamado "Gimbal" se escucha a un miembro de la tripulación decir "¡mira esa cosa!", en referencia un objeto volador. "Hay un enjambre (...) ¡Madre mía, van todos contra el viento! ¡Un viento de oeste de 120 nudos!", dicen los pilotos.
Por último, en la grabación conocida como "Go Fast", también del año 2015, se aprecia un objeto volador que parece estar sobre la superficie del agua y se escucha a los equipos militares preguntándose "¿Qué demonios es eso?" y "¿Qué es eso, hombre?".
El piloto de la Marina jubilado David Fravor, que avistó uno de esos ovnis en 2004, contó en 2017 a la cadena de noticias estadounidense CNN que ese objeto se desplazaba de forma errática.
"Mientras me acercaba a él (...), aceleró rápidamente hacia el sur y desapareció en menos de dos segundo", era "como una pelota de ping-pong que rebota contra una pared", resumió entonces.
En diciembre de 2017, el Departamento de Defensa reconoció haber financiado hasta 2012 un programa secreto de varios millones de dólares para investigar los avistamientos de ovnis a pedido de Harry Reid, un ex senador de Nevada, estado donde se encuentran las instalaciones ultrasecretas del Área 51 de la Fuerza Aérea.
Luis Elizondo, ex jefe de ese programa clasificado, dijo en 2017 que él personalmente cree que "hay pruebas muy convincentes de que podemos no estar solos". El funcionario aseguró que renunció al Departamento de Defensa en 2017 en protesta por el secreto que rodea el programa y la oposición interna a financiarlo.
"Estas aeronaves, las llamaremos aeronaves, muestran características que no se encuentran actualmente en el inventario de Estados Unidos ni en ningún inventario extranjero del que tengamos conocimiento", dijo sobre los objetos que investigaron.