Durante los últimos cinco días, dos accidentes fueron protagonizados por colectivos de larga distancia y ambos involucraron a Mendoza.
Mientras que el viernes a la madrugada fallecieron 3 chicos chilenos en Las Cuevas, luego de que un micro trasandino volcara al realizar una maniobra imprudente en Alta Montaña; ayer -también a la madrugada- una unidad que había salido de Mendoza volcó en las Altas Cumbres (Córdoba) por motivos que aún no han sido especificados.
A estos dos siniestros -el último sin víctimas fatales- se suman el de junio del año pasado en Cuesta de los Terneros (San Rafael, donde otro vuelco de un colectivo dejó 15 muertos) y el de Turbus, en Horcones hace casi un año (con 19 muertos).
En temporada alta (vacaciones), aumenta considerablemente el tráfico de colectivos en las rutas y en la terminal. Y también se intensifican los controles de la Comisión Nacional Reguladora de Transporte (CNRT).
Según destacó el delegado regional de la CNRT en Mendoza, Orlando Corvalán, las situaciones más comunes que se detectan en los micros que salen de Mendoza -aunque no todas llegan a ser infracciones, ya que muchas son advertidas antes de que el micro esté en la ruta- son la falta de descanso en los choferes (deben tener al menos 12 horas de descanso previo a salir), irregularidades en los cinturones de seguridad y observaciones referidas a neumáticos gastados.
“La CNRT hace dos tipos de controles: en la Terminal, de 6 a 23 y en el horario de mayor salida y llegada de los micros; y de forma permanente en las rutas y con el apoyo de Gendarmería. Aquí se controla la legalidad de la empresa, si la unidad está habilitada y reúne las medidas de seguridad, y también que los choferes tengan licencias actualizadas, cursos obligatorios y la libreta de descanso. Muchas veces hemos encontrado a choferes sin que cumplan las 12 horas de descanso. Y si esto se detecta en la Terminal, se impide que salga el micro hasta que cambien al chofer. Y si se detecta en la ruta, se lo detiene y no se lo deja seguir hasta que llegue otro conductor con las horas de descanso”, indicó Corvalán, quien resaltó que muchos de los casos detectados en rutas mendocinas tienen lugar en controles de La Paz.
Además de controlar el descanso en los choferes, la CNRT también realiza controles de alcoholemia y de sustancias, así como chequeos médicos y psicológicos.
“De 14 a 22 hay un médico y una psicóloga en la Terminal y ellos hacen controles básicos de presión, corazón y estrés. Si se detecta una situación de riesgo, se le da una hora de descanso al chofer antes de repetirlos. Y si persisten, se les puede dar 72 horas de reposo", destacó el funcionario.
Profesionalización
Los 3 accidentes enumerados han sido los más recientes episodios que involucraron a transportes de larga distancia. “En el de Cuesta de los Terneros, la empresa no tenía habilitación para viajes interprovinciales (aunque sí tenía para viajar en su provincia). En el de Chile, fue una imprudencia del conductor por traspasar la doble línea amarilla. Y en el de esta mañana (por ayer) aún no se sabe cuál fue el causante. Pero tenía todo en regla”, destacó Corvalán.
Al momento de referirse a la situación con los cinturones de seguridad, el delegado de la CNRT indicó que si bien son comunes, luego del accidente de Turbus en Horcones los pasajeros han tomado más conciencia. "Los propios inspectores suben en los controles y le dicen a la gente que se pongan el cinturón de seguridad. Incluso, el vuelco en Las Cuevas no tuvo consecuencias más trágicas porque muchos de los chicos llevaban los cinturones", indicó Corvalán.
Para el delegado regional, una de las claves para bajar la siniestralidad es trabajar en la profesionalización del chofer. “Es fundamental hacer hincapié en los controles de salud y en la rigurosidad, como ocurre por ejemplo con los pilotos de avión. Y también en el control de las unidades. Hoy las falencias más comunes están en la profesionalización, y también en la infraestructura en rutas y en la seguridad”, indicó Corvalán.
Las multas en aquellos casos en que se encuentra circulando un colectivo con alguna falta son muy fuertes (se miden en unidades de gasoil y cada una equivale a 700 pesos).
Un colectivo detectado sin habilitación tiene una multa que va desde los 140.000 pesos hasta los 400.000 pesos. También es muy común la infracción de “violación a la modalidad”, que se da con aquellas unidades que están habilitadas para turismo y se usan como transporte público.
En estos casos, las multas pueden llegar a 90.000 pesos y además se contempla el agregado de “guarda” (se suspende y quita de circulación por 10 ó 20 días la unidad, ya que es la forma más efectiva de evitar que siga generando ganancias).