Una banda que realizaba estafas telefónicas desde una cárcel de Córdoba, al hacerse pasar por empleados de la ANSES que ofrecían el pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) a las víctimas, fue desbaratada en las últimas horas y le secuestraron más de un millón y medio de pesos, informó este miércoles el Ministerio de Seguridad de la Nación.
De acuerdo a los voceros, uno de los cabecillas de la organización criminal, que se encuentra alojado en un complejo carcelario de Córdoba, llamaba por teléfono a las víctimas, a las que les aseguraba ser empleado de la ANSES y les informaba que tenía en su poder una orden de pago para que recibieran los 10.000 pesos correspondientes al IFE.
De esta manera, el delincuente obtenía el nombre y número de documento de los damnificados, a quienes luego les indicaba que se dirigieran a un cajero automático con su tarjeta de débito.
Siempre manteniendo la comunicación telefónica, el estafador pedía a las víctimas que realizaran distintas operaciones, como el cambio de la clave de home banking o la extracción del "Token" de seguridad.
De este modo, el convicto pasaba a apoderarse del dinero existente en las cuentas, a las que tenía acceso, y realizaba solicitudes de préstamos monetarios.
Tras una investigación realizada por detectives del Departamento Unidad Federal de Investigaciones Especiales de la Policía Federal Argentina (PFA), se logró determinar que la banda estaba conformada por nueve internos y que contaban con el apoyo de cómplices y familiares fuera del penal.
Por este motivo, el Juzgado de Control y de Faltas 5 de Córdoba, a cargo de Carlos Lezcano, ordenó siete allanamientos en distintos domicilios y en el complejo carcelario.
Como resultado, se secuestraron más de 1.500.000 pesos, 1.200 dólares, armas de fuego, teléfonos celulares, chips, computadoras, tarjetas de memoria y agendas con anotaciones de cuentas bancarias.
En total, unas 15 personas fueron imputadas y quedaron a disposición del juzgado interviniente.