En una investigación conjunta de la Dirección de Lucha contra el Narcotráfico de la Policía de Mendoza y AFIP-Dirección General de Aduanas, desbarataron una organización criminal destinada a ingresar mercadería de origen extranjero a la provincia. Los productos llegaban desde Chile y se distribuían clandestinamente en distintos puntos de venta de Buenos Aires y Mendoza.
La pesquisa dio como resultado un secuestro valuado en una suma cercana a los 350 millones de pesos y hay siete detenidos que cumplían distintos roles.
De las tareas investigativas se pudo conocer el modus operandi de la banda, que utilizaba una perfeccionada logística a los fines de poder transportar, acopiar y distribuir utilizando varios camiones.
Para terminar de frustrar las maniobras de los acusados, las autoridades concretaron allanamientos en lujosos barrios del Gran Mendoza, depósitos de mercaderías, locales comerciales y una cueva financiera ubicada en la Galería Tonsa, de Ciudad.
Controles efectivos
La investigación se desarrolló con varios procedimientos. Uno de ellos fue el 10 de octubre pasado, cuando personal de Narcotráfico y AFIP-Aduana realizaron el secuestro de un camión con patente argentina, con semirremolque transportando prendas de vestir, celulares, accesorios de telefonía y bicicletas, por un valor superior a los 2 millones de dólares.
Por este hallazgo quedó detenido, por el delito de contrabando agravado, un camionero correntino.
El 5 de diciembre, Gendarmería Nacional detuvo la macha de un camión, secuestrando elementos de contrabando por un valor de 1.824.377 dólares, siendo arrestado un mendocino que también llevaba vestimentas, lentes, máquinas conservadoras de helados y hasta un sillón masajeador.
En los días previos habría sido detectado, por personal de Aduanas, otro vehículo que se disponía a registrar su ingreso sin carga, pero lo llamativo fue que circulaba desde Mendoza hacia Uspallata, lugar obligatorio de control integrado de transporte de cargas.
Los pesquisas de Aduanas y Narcotráfico a esta altura ya habían detectado la modalidad empleada por esta organización criminal, que llegaba al territorio argentino burlando los controles fronterizos con la colaboración de efectivos de Gendarmería Nacional, que cumplían sus funciones en puestos de control estratégicos.
Debido a este motivo, también se ordenó la detención de un miembro de esa fuerza y medidas judiciales en su domicilio particular y en los puestos de control de Uspallata.
Los pesquisas allanaron la propiedad del gendarme involucrado y, pese a no encontrarlo, fueron hallados más de 2 millones de pesos en el interior de un cajón.
La investigación se completó con el decomiso de todo tipo de mercadería en diferentes allanamientos, como electrodomésticos, artículos electrónicos e incluso autos, camiones y hasta monopatines. Además, se incautaron pesos argentinos, dólares, moneda chilena, sellos apócrifos de Gendarmería, documentación aduanera y equipos informáticos de un agente de Transporte Aduanero. Todo lo secuestrado arrojó un valor de unos $ 350.000.000.