En San Luis, los horticultores pronto tendrán nuevas variedades de batata para sembrar en sus lotes. La posibilidad surgió de la mano de técnicos del INTA, quienes llevaron a cabo un ensayo para evaluar el desempeño productivo de los cultivares Boni INTA, SP 1428 y SP 1436. Con resultados positivos, estos materiales presentan rusticidad, bajo requerimiento de agua y alto contenido de azúcares. Además, se destacan por su aptitud para el cultivo agroecológico, una alternativa para innovar en la zona.
"El ensayo buscó conocer la adaptación a las condiciones agroclimáticas locales de estos materiales y su capacidad productiva, con el objetivo de difundirlos para la producción regional de batata", explicó Estela Blanco, especialista del INTA San Luis.
Respecto de las variedades evaluadas, se destacó Boni INTA, ya inscripta y disponible para la venta, de textura semihúmeda, piel y pulpa anaranjada, ciclo corto, follaje abundante y alta cobertura del suelo. También fueron evaluados los cultivares SP 1428 y SP 1436, ambos en etapa de experimentación, con buena capacidad de cobertura de suelo y ciclo corto. El primero se caracteriza por producir batatas de piel morada y pulpa naranja, y el segundo de piel morada y pulpa crema.
De acuerdo con Blanco, "estos materiales poseen características distintivas, que los vuelven interesantes para los productores".
En esta línea, señaló que las variedades presentan rusticidad, debido a que no son exigentes en pH ni en fertilidad del suelo, bajo requerimiento de agua y un ciclo corto de crecimiento -de entre 110 y 120 días-, característica importante para la zona, ya que el cultivo es sensible a las heladas.
"Otras cualidades son su alto contenido en azúcares, apreciado cuando la producción se destina a la industria, y su buena conservación, conveniente para la venta como hortaliza", indicó el técnico, quien añadió: "Es un cultivo que puede realizarse prácticamente de manera agroecológica, según la escala".
Resultados de la evaluación
El ensayo se diseñó con un planteo de bloques completamente aleatorizados, con tres repeticiones. El marco de plantación elegido fue de 0,8 metro entre surcos por 0,3 metro entre plantas. En tanto, la superficie utilizada por cada variedad fue de 24 metros cuadrados, mientras que el área total abarcó 72 metros cuadrados.
El promedio de rendimiento fue de 19 toneladas por hectárea, que, prácticamente, iguala al obtenido en otros ensayos realizados en San Luis con el cultivar Arapey -en este caso, el promedio exacto fue de 19.3-. A su vez, los valores superan el promedio registrado en la zona de San Pedro, de 17 toneladas por hectárea.
Con relación a la calidad, se obtuvieron materiales de buena forma y con buen rendimiento culinario (buen sabor, color y dulzura). La producción ascendió a 64,2 kilos para Boni INTA; 17,08 para SP1436 y 60,3 para SP 1428: 60,3 kg, un total de 141 kg incluido el descarte.