Producto de siete años de entrecruzamientos y selecciones, nació Boni INTA. El nuevo cultivar de batatas se destaca por su pulpa y piel anaranjada, su ciclo corto, buenos rendimientos y textura semi-húmeda.
El cultivar, desarrollado por los técnicos del INTA San Pedro, Buenos Aires, surge como alternativa para abastecer este tipo de productos, cada vez más demandados.
De acuerdo con su obtentor -Héctor Marti-, Boni INTA se destaca por su pulpa y piel anaranjada, su ciclo corto, buenos rendimientos y textura semi-húmeda. Presenta siete batatas por planta, con una variación media de tamaño y forma, sin agrietamiento y poca oxidación.
Asimismo, la nueva variedad se destaca del cultivar Beauregard por contar con una capacidad antioxidante un 35% mayor. Debido al parecido de los colores de piel y pulpa, no se ve tan afectado su aspecto si se pela como consecuencia del manipuleo y almacenamiento.
Además, es moderadamente dulce y, en pruebas durante 2 años con consumidores, tuvo una aceptación similar a Morada INTA.
“Cuando se cosechan entre los 110 y 120 días los rendimientos son entre 25 a 35 toneladas por hectárea de batata tamaño comercial (entre 200 y 500 gramos), mientras que a los 150 días los rendimientos ascienden hasta 50 toneladas por hectárea”, detalló.
Boni INTA se originó de semillas obtenidas en la parcela de policruzamientos en el INTA El Colorado, Formosa, en la que se entrecruzaron libremente 30 progenitores.
En 2009, sembró la semilla en el INTA San Pedro y, de entre las plantas obtenidas, se seleccionó una por su rendimiento, forma oblonga alargada, color naranja pálido en la piel y naranja en la pulpa.