Oscar Garavaglia despareció hace 40 años en el distrito de El Nihuil, departamento de San Rafael, tras haberse ido uno días de campamento con unos amigos y el padre de uno de ellos. Tenía solamente 17 años, debía regresar a su casa el 12 de enero de 1979 pero jamás volvieron a saber de él. Sus amigos juraron no saber qué pasó, para ellos simplemente desapareció. El caso estuvo bajo secreto de sumario durante 18 años.
No hubo sospechosos, ni juicio, ni justicia. Solamente angustia, misterio y dolor para su familia que nunca pudo entender porqué Oscar jamás regresó a su casa como los demás amigos. Con los años algunos de los sospechosos tuvieron una muerte trágica, y de todos los que fueron al campo con Oscar sólo quedan dos vivos, pero actualmente viven lejos de la provincia y jamás quisieron hablar del hecho.
Sin rastros
El martes 9 de enero de 1979 Oscar Garavaglia y sus amigos partieron desde San Rafael con destino al Club de Pescadores de El Nihuil para pasar unos días de campamento. El grupo de adolescentes lo conformaban -además de Oscar- Daniel Vidalled, Alfredo Alonso Decarre, Horacio Nardoni y Julio Pérez Sierra. Pero no iban solos, sino que los acompañaba Atanasio Pérez Confetti, el padre de Pérez Sierra, como el adulto a cargo.
El día 11, Alonso Decarre regresó a San Rafael porque se había accidentado, fue a una sala de primeros auxilios ubicada en El Nihuil, pero lo derivaron al hospital del departamento por una fractura de mandíbula. El viernes 12, el resto de los que quedaban fueron al campo, en la zona del Cerro Nevado, a cazar piches. Se dividieron en dos grupos y coordinaron en reunirse a las 20 en el vehículo de Pérez Confetti, al cual volvieron todos menos Oscar. Esa misma noche le avisaron a los Garavaglia que su hijo había desaparecido.
Rápidamente la noticia de la desaparición del joven tomó fuerza e impactó al pueblo de San Rafael. Se puso en pie un intenso operativo para encontrar a Oscar, lo buscaron por cielo con aviones de la IV Brigada Aérea y por tierra con policías, baqueanos y la participación de 400 civiles que rastrillaron la zona del Cerro Nevado y El Nihuil.
Un caso sin juicio
La familia Garavaglia rápidamente apunto contra "el grupo", así llamaban a los que estuvieron con Oscar por última vez. Ellos nunca dejaron de contemplar la hipótesis de que el joven habría sido asesinado por sus amigos y Pérez Confetti era cómplice.
El caso recaló en el juez Carlos Bernardo de Quirós, quien caratuló el hecho como “averiguación paradero”. Lo cual despertó la impotencia de la familia Garavaglia ya que ellos por su parte cada vez encontraban más pistas que alimentaban su hipótesis de un posible homicidio, por ejemplo, una de las hermanas de Oscar aseguró haber visto a Ada Nardoni (madre de Horacio) llevando colgada en el cuello una crucecita que le pertenecía a su hermano y que la mujer se negó a devolverles. Sumado a eso se dio a conocer que el grupo había alquilado una carpa en Casa Castro y que jamás fue devuelta. El dueño de la tienda aseguró que se la pidió reiteradas veces sin obtener éxito a la señora Nardoni, la misma mujer que además tenía en su poder el documento de Oscar después de su desaparición.
El juez de Quirós, no daba avances en el caso y no tuvo mejor idea que convocar a Fabio Zerpa, un especialista en ovnis, porque contemplaba la posibilidad de que Oscar haya sido secuestrado por extraterrestres ya que no había rastros de él ni sus pertenencias. Pero la causa seguía sin presentar indicios de un juicio o sospechas sobre alguno de los últimos chicos que estuvieron esa noche con el joven.
La familia Garavaglia no dejo de buscar pistas ni de seguir rastros que los llevaran a comprobar que Oscar habría sido asesinado esa noche en el campo. El caso estuvo frenado y bajo secreto de sumario durante 18 años y 3 meses hasta que el 22 de abril de 1998 el juez José Luis Martino -quien había tomado el caso en 1989- mandó a detener a tres personas: Pérez Sierra y Daniel Vidalled acusados por homicidio y Ada Nardoni, por encubrimiento. No se les pudo comprobar ninguna participación en el hecho y todos sostuvieron firmemente la misma versión que habían brindado en enero 1979 cuando ocurrió todo.
Misterio y muerte
Lamentablemente para estas alturas, los otros dos sospechosos habían fallecido. Horacio Nardoni fue asesinado en San Luis en el año 1989 por el novio de su empleada doméstica mientras que Pérez Confetti falleció de un infarto en la calle en 1992.
En 1999 el caso Garavaglia prescribió y los tres imputados fueron sobreseídos. Años más tarde, Pérez Sierra padeció un infarto en El Nihuil mientras pescaba con su hijo. Misteriosamente encontró la muerte en el mismo lugar donde estuvo con Oscar por última vez. En el 2005 el juez de Quirós falleció luego de haber sufrido un feroz asalto en su casa de San Rafael.
En tanto Daniel Vidalled, el único de los sospechosos que vive, jamás habló del tema con nadie, ni brindó ningún dato a la prensa. Y en cuanto a Alonso Decarre, quien bajó el día antes por la fractura maxilofacial, no fue considerado sospechoso y aún sigue vivo, también se negó a hablar de qué pudo haber sucedido con Oscar.
Una última esperanza
El 19 de marzo de 2004, 25 años después de la desaparición de Oscar, el caso presentó un nuevo giro cuando una mujer a punto de fallecer le contó a su hija que un puestero llamado Nolasco Gonzales le había confesado años atrás que el joven Garavaglia lo habían asesinado los amigos y había sido enterrado por los mismos, en el campo cerca del Cerro Nevado.
Durante semanas excavaron todo ese terreno y encontraron huesos humanos, pero lamentablemente no pertenecían a Oscar, sino que eran restos de indígenas.
El caso de la desaparición de Oscar Garavaglia estuvo compuesto por misterio, preguntas que no encontraron respuestas, personas claves que se llamaron al silencio, pero por sobre todo reinó la angustia de su familia al no lograr entender jamás qué pasó realmente con ese joven de tan solo 17 años.
Todos los allegados a Nieves y Oscar Garavaglia -padre- siempre supieron respetar el hecho de que cada 12 de enero nadie debía tocar el timbre de la casa, ubicada en la calle Bufano de San Rafael, para que a los padres de Oscar no los invadiera la esperanza de que sea su hijo que volvió. En febrero de 2008, a los 86 años, don Oscar falleció y nunca pudo descubrir la verdad tras la desaparición de su hijo.
En el año 2009 la suprema corte, a modo de pedirles perdón a la familia Garavaglia por la falta de profesionalismo de sus colegas, les otorgó la suma de 120 mil pesos, pero se negaron a aceptarlos. “La verdad es que la plata importa nada”, dijo Nieve en aquel entonces.
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