Unas 400 personas que emigraban desde Libia hacia Italia están desaparecidas desde que la embarcación en la que viajaban naufragó en el mar Mediterráneo, según el testimonio de los 150 sobrevivientes trasladados por la Guardia Costera a la región de Calabria.
Entre las víctimas habría “muchos jóvenes, probablemente menores”, confirmó en un comunicado la filial italiana de la organización Save the Children, según se informó. Se teme que se hayan ahogado, según informó la cadena BBC.
Según relataron los sobrevivientes, "el naufragio se habría producido 24 horas después" de que el barco partiera de las costas del país africano.
Los guardacostas italianos, que auxiliaron entre el domingo y el lunes a 42 embarcaciones que transportaban a más de 7.000 migrantes, anunciaron que habían rescatado a 144 personas y recuperado nueve cuerpos tras el naufragio de una de esas naves.
Save the Children informó que entre el 11 y 13 de abril llegaron a las costas italianas “más de 5.100 inmigrantes”, de los cuales unos 450 son niños y 317 no viajaban acompañados, que fueron auxiliados y desembarcados por las autoridades de ese país europeo en las regiones sureñas de Lampedusa, Sicilia, Calabria y Apulia.
“Muchos de ellos han vivido experiencias de violencia atroz, y han perdido amigos, familiares o padres, incluso en los últimos naufragios”, lamentó el director general de Save the Children, Valerio Neri, y advirtió que “la situación en Libia está fuera de control” y que la “violencia en las calles es inaudita”.
La organización subrayó en el comunicado que “el creciente número de muertes en el mar plantea, no sólo a Italia, sino a toda la Unión Europea y sus miembros, el deber de responder con un dispositivo de búsqueda y rescate en el mar capaz de lidiar con esta situación”.
“La presencia elevada y constante de desembarcos en los que hay menores que viajan solos impone la necesidad de contar con un adecuado sistema de acogida”, abundó.
Por su parte, la Unión Europea debe ajustarse ante la creciente cantidad de inmigrantes que trata de llegar a sus costas, dijo ayer el principal funcionario de migración del organismo luego de difundirse que más de 7.000 inmigrantes han sido rescatados del Mediterráneo en los últimos cuatro días.
“El flujo sin precedentes de inmigrantes hacia nuestras fronteras, especialmente refugiados, desafortunadamente es la nueva norma y necesitamos ajustar nuestra respuesta”, dijo a legisladores el comisionado de la UE para migración, Dimitris Avramopoulos en Bruselas.
Más de 280.000 personas entraron sin autorización a la Unión Europea el año pasado. Muchos llegaron de Siria, Eritrea y Somalia tras una peligrosa travesía por mar desde la agobiada Libia.
Las guardias costeras europeas han sido abrumadas por la cantidad de migrantes.