Los segundos finales de un mano a mano ante el clásico rival son tremendos no solo para jugadores y cuerpo técnico, sino también para los hinchas.
River Plate sufrió los instantes de cierre ante Boca Juniors tras el 1-0 de Jan Hurtado en una Bombonera repleta de simpatizantes locales.
En la confitería del Monumental de Núñez, centenares de hinchas rojiblancos estallaron eufóricos con el pitazo final del brasileño Seneme, que se tradujo en la clasificación a la final de la Copa Libertados de América.