De acuerdo a lo que establece el Plan Provincial de Ordenamiento Territorial (PPOT), fundamentado por ley 8.999, el pasado setiembre los 18 departamentos mendocinos deberían haber presentado sus planes y necesidades.
Sin embargo, este plazo no se cumplió y sólo los departamentos de Luján de Cuyo, Lavalle y Godoy Cruz son las únicas jurisdicciones que ya tienen definidos sus problemas y lo que debe hacerse para corregirlos, mientras que el sureño Malargüe cuenta con la organización de su área precordillerana. Los restantes departamentos prevén entregar la información de cómo han organizado los espacios de sus límites antes de que culmine el primer semestre de 2019. Pero es una incógnita si podrán cumplir efectivamente con esas previsiones en un año que se preanuncia como difícil en varios aspectos y por añadidura dentro del contexto de elecciones de los máximos niveles ejecutivos y legislativas.
Una de las demandas principales es atender a la situación de las zonas rurales, donde la prioridad es proteger el cinturón verde, potenciar la actividad agraria (y no perder más viñas productivas y de calidad) y ponerle límites a los emprendimientos habitacionales.
Hay muchas metas y objetivos a cumplir, que sería imposible sintetizar en este espacio editorial, aunque sí podemos acceder a algunas demandas.
Por ejemplo, es interesante una experiencia desarrollada en Guaymallén, aunque su municipalidad aún no presentó su esquema territorial.
Sin embargo, ya se discutió en esa región el papel estratégico, que en términos socioeconómicos, productivos y ambientales, tienen los agroecosistemas periurbanos.
En ese marco, mediante un proyecto interinstitucional denominado "Aportes para el ordenamiento territorial de las áreas rurales (cinturón verde) del Municipio de Guaymallén", técnicos del INTA, INA (agua) e INTI (tecnología industrial) realizaron una salida a campo para conocer las problemáticas de la zona en estudio. Cabe mencionar que en este sector del oasis norte de Mendoza se desarrolla uno de los agroecosistemas periurbanos más relevantes a nivel nacional, que no sólo abastece con su producción agrícola a la provincia, sino también a muchas otras regiones del país.
Una meta en esta parte del terreno es el saneamiento del canal Pescara, el que se está logrando paulatinamente, con una situación operativa mucho mejor que hace 15 años, en que estaba en muy mal estado y afectando a la napa freática de la zona.
En tanto, la Capital de Mendoza tiene varios desafíos. Uno, muy perentorio y actual, es otorgar el mejor destino a los terrenos del exFerrocarril General San Martín, que la comuna recibió del Estado nacional. Todos esperan que la Municipalidad capitalina desarrolle allí, prioritariamente, nuevos espacios parquizados, como hizo en su momento con el Parque Central, para neutralizar los efectos de la construcción de grandes espacios habitados de las cercanías (plan Procrear de más de 1.000 viviendas) y la proyectada ciudad judicial, al oeste de Boulogne Sur Mer.
Otro departamento que ha cumplido es Luján de Cuyo, que viene trabajando en estos temas desde hace bastante tiempo. También el impulso de normas y disposiciones tendrán que remediar en la medida que sea posible el avance, ciertamente descontrolado, de barrios y comercios al oeste de la ruta provincial 82. Es un punto de inflexión la relocalización de los cientos de habitantes del Bajo Luján, reto que exigirá los mayores esfuerzos de racionalidad y sustentabilidad primero en la reubicación de habitantes y luego en el destino de terrenos a orillas del río Mendoza.
En general en todos los departamentos, principalmente en el Gran Mendoza, los planes de ordenamiento y uso racional del suelo deben enfrentar y solucionar los problemas derivados del deterioro de infraestructura de agua y saneamiento, la poca conectividad entre distritos y ciudades, la inseguridad, la lenta respuesta al acceso habitacional, los altos niveles de carbono, los problemas de la recolección de los residuos y su destino final y el estado de las vías de comunicación. Todos temas que se pueden resumir señalando que hace falta mucha ejecución de obra pública y una correcta administración de los recursos, con la atención siempre puesta en el cuidado del ambiente.