La epidemia del coronavirus que se propaga fuera de China ha entrado en una fase decisiva, según la OMS, mientras el mundo adopta medidas drásticas para frenar su propagación que ya ha llegado a todos los continentes, al punto que Arabia Saudita suspendió la entrada de peregrinos y Japón mantiene sus escuelas cerradas.
Si China fue hasta hace poco el único centro mundial de coronavirus, el riesgo ha aumentado con la aparición de nuevos países de origen, como Corea del Sur, Irán e Italia.
El viernes, Corea del Sur anunció que el número de casos confirmados de contagio en el país ya supera los 2.000, mientras que Irán ha anunciado 106 infecciones adicionales, lo que eleva el total a 245 en ese país, incluidos 26 muertos.
En Europa, Italia vio pasar el número de casos a 650 el jueves, contra 400 el miércoles, incluidos 17 muertos.
China anunció el viernes otros 44 muertos y 327 nuevos casos de contagio, en el menor balance diario en más de un mes.
En total, 78.824 personas han sido infectadas con el COVID-19 en China continental, y la cifra de nuevos casos anunciada este viernes representa el menor aumento desde el 24 de enero, cuando se reportaron 259 nuevas infecciones.
"Estamos en un momento decisivo", dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS en Ginebra, que recordó que en los últimos dos días, el número diario de nuevos casos en el resto del mundo ha sido superior al registrado en China, donde surgió el virus en diciembre.
"Si actuamos ahora de forma contundente podremos frenar a este coronavirus. Mi consejo es que actuemos rápidamente", dijo antes de calificar el virus de "muy peligroso".
Se estima que el coronavirus ya se ha propagado por unos 45 países con un balance provisional de 3.600 contagios y más de 50 muertos.
Arabia Saudita suspendió "temporalmente" la entrada de peregrinos que van a La Meca.
La medida afecta a la Umra, la peregrinación que atrae cada mes a varias decenas de miles de musulmanes y que a diferencia del Hajj, que se realiza en fechas concretas del calendario islámico, se puede efectuar en cualquier periodo del año.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, ordenó el cierre de todas las escuelas públicas del país a partir del lunes.
Hasta ahora poco afectado, Estados Unidos está dispuesto a responder a la epidemia a "una escala mucho mayor", dijo el miércoles el presidente Donald Trump, y barajó la posibilidad de prohibir la entrada a viajeros extranjeros procedentes de Italia y Corea del Sur, al igual que ya hizo con China, como lo ha hecho también Israel.
Irán informó este jueves de siete nuevos muertos, con lo que el total se eleva a 26, el mayor número de fallecidos fuera de China por el COVID-19. Irak cerró los lugares públicos hasta el 7 de marzo.
China, que confinó a más de 50 millones de personas en Hubei (centro), epicentro de la epidemia, está preocupada por la "importación" de casos de otros países.
Pekín anunció el miércoles que las personas procedentes de regiones "gravemente afectadas" por el coronavirus tendrán que someterse a cuarentena.
Los temores generalizados por la propagación de la epidemia fuera de China hizo que el jueves se registre un desplome generalizado de las bolsas de valores, por el impacto económico del brote.
En Nueva York, el Dow Jones Industrial Average perdió 4,42% a 25.766,64 puntos.
Con una caída de más de 10% en cuatro días -frente a récords hace dos semanas-, Wall Street se encamina hacia su peor semana desde el otoño boreal de 2008, durante la crisis financiera mundial.
En Europa, las principales bolsas perdieron más del 3%. Fráncfort cedió 3,19%, Londres, 3,49%, París 3,32%.
De manera simultánea, el petróleo perdió 2,3% en Londres, hasta cerrar a 52,18 dólares, y 3,4% en Nueva York, hasta situarse en 47,09 dólares.
Este viernes, la bolsa de valores de Tokio abrió con retroceso de 2,99%.
El miércoles, se confirmó el primer caso de infección en Brasil, un hombre de 61 años residente en Sao Paulo que acaba de regresar de la región italiana de Lombardía.
Al igual que en Brasil, la mayoría de los nuevos casos de contagio registrados en España, Argelia, Estonia, Grecia, Georgia, Noruega, Rumanía, Austria, Alemania, Suiza, Dinamarca o Macedonia del Norte, son 'importados' de Italia, donde hay más de 500 casos y 14 fallecidos.
Muchos países europeos han reforzado los dispositivos de prevención y aconsejan a sus ciudadanos a no visitar las regiones italianas afectadas, pero el canciller italiano, Luigi Di Maio, instó este jueves a los turistas extranjeros a que visiten Italia, que puso en cuarentena a 11 provincias del norte del país.
"El problema es la economía. Estamos viendo las cifras. Esta crisis va a poner al país de rodillas", alerta Daniele Vaccari, un joven repostero del pueblo de Secuñago, en el norte.
Mientras unos sufren, otros se aprovechan de la crisis: máscaras de protección y geles desinfectantes se venden a precio de oro en Italia, lo que llevó a la policía a revisar datos e informaciones.
Efecto colateral de la epidemia, el partido de rugby del Torneo de las Seis Naciones entre Irlanda e Italia, previsto el 7 de marzo en Dublín, ha sido aplazado.
Suiza ha anulado su prestigioso salón de la relojería y las empresas extranjeras implantadas en China ya han reducido sus objetivos anuales, según sondeos realizados por las cámaras de comercio.
Las principales bolsas europeas perdieron más del 3% el jueves y el petróleo bajaba en torno al 2%.