Leandro Desábato, con sus inéditos dos goles en un partido de Copa Libertadores, celebró anoche lo que consideró como "uno de los últimos partidos internacionales" de su carrera y conjuntamente con ello la clasificación del cuatro veces Campeón de América a la fase de grupos del certamen.
"Este puede ser uno de mis últimos partidos internacionales, así que había que encararlo con todo y también disfrutarlo. Por suerte pude hacerlo", confió Desábato apenas consumada la victoria por 4 a 0 sobre Independiente del Valle, de Ecuador, que como local se había impuesto en la ida por 1 a 0.
"Mejoramos la fea imagen que dejamos en Ecuador y con algunos refuerzos que llegaron y que tienen mucha calidad (Alvaro Pereira, el uruguayo que jugó anoche como lateral izquierdo, más Juan Sánchez Miño, Sebastián Domínguez y Rafael Delgado que no actuaron), ojalá podamos formar un buen equipo para pelear arriba en el torneo y la Copa", se ilusionó el zaguero oriundo de la localidad santafesina de Cafferatta que el pasado 24 de enero cumplió 36 años.
Pero como buen capitán también vertió elogios para los jóvenes del plantel y en ese sentido sostuvo que los "chicos tienen mucha personalidad y ganas como para lograr cosas importantes y esta clasificación lo es". Con él también coincidió el técnico Mauricio Pellegrino, quien lamentó otras ausencias "como las de Román Martínez, Diego Vera y Leonardo Jara. Es que este equipo necesita jugar más partidos para que los muchachos se vayan conociendo entre todos".
"Pero en el partido de ida que perdimos en Ecuador esas no fueron las causas del bajo rendimiento sino otros factores, esencialmente influenciados por la altura, ya que salvo los primeros 20 minutos, después hubo seis o siete jugadores que sufrieron una gran merma física", argumentó. Y finalmente el autor del segundo tanto "píncha", Guido Carrillo, aprobó los dichos de su entrenador al señalar que las "condiciones no estaban dadas para jugar bien en Ecuador por la altura de Quito (2.850 metros sobre el nivel del mar)".
Pero para ratificar también otros conceptos remarcados por Pellegrino, el atacante reveló que en "el entretiempo todo el grupo coincidió en que no había que relajarse porque un gol los clasificaba a ellos". "Y así lo hicimos, porque todos estamos muy metidos. Por ejemplo a mi me tocó defender en nuestra área las pelotas paradas y lo considero como un aporte necesario para el equipo", resaltó.
Y justamente sobre las pelotas paradas, en el vestuario de enfrente el técnico de Independiente del Valle, el uruguayo Pablo Repetto, sin conocer las palabras de Carrillo, apreció que su equipo sabía "que el fuerte de Estudiantes es la pelota parada. Por eso da bronca que nos hayan ganado por esa vía". Autocrítica y reconocimiento por partida doble para un equipo platense con una "mística copera" que no se extingue con el tiempo.