En el ámbito nacional venía mostrando un rendimiento que ilusionaaba a futuro. Hablamos del Club Social y Deportivo Junín, que anoche evidenció signos de cansancio por tantos partidos seguidos, y cayó ante Ferro de General Pico, por 78-87. Una derrota dolorosa, que le impidió llegar a la cima de la Región Cuyo en el Torneo Federal, y que se suma a la eliminación sufrida con Atenas Sport Club en los cuartos de final de la Superliga local.
Tenía que mostrar carácter y rebeldía ante su gente. Signos vitales para que todo el departamento vuelva a creer en el equipo. Y lo hizo desde el principio, dejando atrás las últimas dos derrotas consecutivas con el Apache que le impidieron seguir en carrera en el Clausura doméstico. Más allá de que encontró soluciones en el trapecio con Abramor, pagó caro en los cambios de cortina, donde Ferro igualó el cuarto en 21 gracias a la efectividad del mendocino Juanpi Pedemonte.
En el segundo cuarto, la paridad se mantuvo y la visita se puso al frente por primera vez: 28-26, con un triplazo del cordobés Orlietti. Paparini respondió de la misma manera para igualarlo en 31. Era golpe por golpe como en el boxeo. A lo que aportaba Paparini, viniendo desde el banco, se le sumó la cuota goleadora de Lancieri para que Junín se fuera ganador 42-37 al descanso largo.
El 5-5 del inicio del complemento terminó de demostrar que el partido tendría un final parejo. Chervo y Divoy eran las cartas ganadoras del visitante, que entró a los últimos 10' en ventaja 62-59. Junín recuperó su nivel ofensivo promediando el último cuarto para ponerse abajo por un simple (67-68). Sin embargo, fue hasta que Pedemonte recuperó la intensidad que se le conoce y con un Orlietti que dominó ambos trapecios, el equipo pampeano empezó a construir un triunfo importante que le permite escalar posiciones. Junín se quedó sin nafta en los últimos minutos. Sintió el cansancio por la serie de cuartos ante el Apache, y se quedó con las ganas de ser único puntero en su zona.
