El Gobierno provincial cerró una nueva semana sin poder destrabar el conflicto que mantienen importantes gremios estatales. El paro de tres días de los sindicatos fuertes de la Salud influyó mucho en la escasísima actividad del jueves, cuando se desarrolló la huelga de 24 horas convocada por las centrales sindicales opositoras al Gobierno nacional.
De todos modos, Francisco Pérez no firmaría todavía el decreto imponiendo la suba salarial para los sectores que se mantienen en conflicto. La idea es que desde el Ministerio de Trabajo, Justicia y Gobierno se agoten todas las instancias de diálogo posibles para buscar encaminar por esa vía la solución de las actuales diferencias.
En el ministerio a cargo de Rodolfo Lafalla están conformes con el contacto que vienen manteniendo con los judiciales, lo cual genera optimismo en cuanto a la posibilidad de acuerdo.
Por otra parte, con la resolución por la que el Gobernador decidió limitar los sueldos de los funcionarios médicos esperan en el Ejecutivo haber satisfecho una inquietud de Ampros, la agrupación gremial de los profesionales de hospitales y centros de salud que, junto con ATE, forman una estructura muy sólida. Lograr poner fin a esa prolongada medida de fuerza es ahora el principal objetivo oficial.
Sin embargo, la reciente reunión de los gremialistas estatales con legisladores permitió descomprimir un poco la relación con el Gobierno. Una gestión del presidente de Diputados, Jorge Tanús, con el ministro Lafalla, derivó en la decisión de Pérez de dejar en un cajón por ahora el decreto de aumento y continuar con las tratativas.
"La idea es avanzar con firmeza en cuanto a nuestras posibilidades financieras, pero siempre buscando el diálogo", señaló ayer un portavoz oficial.
La mente puesta en 2015. Mientras Pérez y su equipo buscan destrabar conflictos gremiales y apuestan a la gestión para posicionarse como corriente política dentro del PJ, la interna del oficialismo en estos momentos está muy atenta a los encolumnamientos nacionales, tal vez más que sobre la carrera doméstica por la gobernación.
Todo el peronismo local se inquieta por los pasos que dé la Casa Rosada en lo referente a candidaturas. Hay premura porque mayoritariamente la dirigencia provincial apuesta por Daniel Scioli, con el vicegobernador Ciurca a la cabeza, pero no se sabe si, en definitiva, la Presidenta en algún momento terminará digitando como aspirante a su sucesión a algún gobernador o ministro. Pérez no se quedó atrás y también apostó fuerte en los últimos meses por el bonaerense.
Pero la premura también pasa porque por afuera de la estructura partidaria se viene moviendo astutamente Sergio Massa quien, con la reciente jugada para captar a José Manuel De la Sota, dejó sorprendido a más de uno entre los cuadros oficialistas.
Hábil y rápido de reflejos, el diputado nacional aprovechó el disgusto que le significó al gobernador cordobés encontrarse cara a cara con Zannini en una reunión a la que concurrió sólo para encontrarse con sus pares de otras provincias.
Allí comenzó a gestarse el reciente encuentro entre el inspirador del Frente Renovador y De la sota con promesas de generar un espacio por afuera del oficialismo que desemboque en las PASO para dirimir candidaturas.
Massa intenta armar estructuras en las altas esferas políticas (De la Sota es el ejemplo) y también en las bases.
De ahí el caso del sancarlino Difonso y varios concejales y legisladores provinciales que están moviéndose cerca del hasta ahora exitoso bonaerense. Dicen que el intendente de Luján, López Puelles, sigue estando en carpeta en el massismo, aunque en estos últimos días Carlos Ciurca lo mencionó públicamente como el hombre de su línea interna (La Corriente) para volver a competir en su departamento.
Si bien en Mendoza hay varios dirigentes del justicialismo lanzados hacia la candidatura a gobernador para el año próximo, hay quienes desde adentro se sorprenden porque prácticamente ninguno muestra muchas ambiciones ni voluntad clara para posicionarse. Esto en cuanto a las principales líneas internas.
En lo que al "paquismo" respecta (ministros de Pérez y otros colaboradores) el tiempo dirá quiénes se posicionan o si el incipiente sector decide competir sólo en las PASO o, como muchos suponen, termina formando parte de algún acuerdo con los sectores tradicionales de la interna para la fórmula que presente el oficialismo provincial. El senador nacional Adolfo Bermejo, impulsado por Mazzón, no es mal visto por La Corriente (Ciurca, Miranda, Abraham) como eventual precandidato de consenso y en ese caso sólo restaría ver con quién comparte la fórmula.
Por otra parte, el actual diputado nacional Abraham podría sumarse a los aspirantes si no quedaran en pie otras primeras figuras. Mientras tanto, comprometió su acompañamiento y colaboración.
Francisco Pérez mantiene su pretensión de inserción nacional. Para ello lo más factible es encabezar la lista de candidatos a diputado nacional. Ciurca no aspiraría a ningún cargo electivo siempre que Pérez no decline en su apoyo a la candidatura presidencial de Scioli. Hay quienes aseguran que si el bonaerense resulta electo presidente de la Nación es probable que el actual vicegobernador tenga asegurado algún puesto nacional.
¿Por qué Scioli? Hasta ahora ninguno de los funcionarios nacionales y gobernadores anotados para intentar suceder a Cristina Fernández (Randazzo, Urribarri, Capitanich, etc.) tienen el nivel de aceptación o de conocimiento de Scioli y, por lo tanto, carecen aún de la bendición de la Presidenta. En cambio, el bonaerense tomó hace tiempo la decisión de competir en las PASO y así genera confianza y certeza a la dirigencia.
Si bien enfatiza en todo momento en cuanto a su pertenencia al modelo político nacional, sabe marcar diferencias cuando su olfato político así se lo indica, como recientemente hizo con el lanzamiento de la emergencia en seguridad, que generó reacciones iniciales en el kirchnerismo que luego se atenuaron por la espontánea adhesión de casi todo el arco político opositor ante una realidad de inseguridad tan palpable.
Pérez expresa en estos momentos gran afinidad con Scioli y comparte su estilo de gestión pero, por su función al frente de la provincia, tiene la obligación de atender a todos los que han expresado su voluntad de anotarse como presidenciables. Es el caso del ministro Randazzo, que estuvo el viernes en Mendoza participando de actos oficiales que, como el tren que partió desde Palmira trasladando vinos hacia Buenos Aires, permiten al Ejecutivo provincial dar un paso importante en lo que se refiere a gestión pública.
Quienes frecuentan al mandatario de la provincia de Buenos Aires comentan que éste no suele expresar preferencia por ningún dirigente, pero sí pide lealtad. En nuestra provincia, además del lanzamiento de la DOS, la agrupación de Scioli con las iniciales de sus nombres y apellido, se anuncia la inminente constitución de una mesa promotora de la candidatura presidencial.
Ciurca es el principal encargado de este montaje. Su vínculo con el mandatario de la provincia de Buenos Aires no es reciente. Fue el primero en pronunciarse en Mendoza, en 2012, por la precandidatura presidencial cuando todavía Cristina Fernández era eterna para muchos de sus seguidores. Y, lógicamente, en materia de proyectos políticos en Mendoza con Scioli, le asiste el derecho de autor.