El Kremlin otorgó a Gerard Depardieu uno de los papeles más sorprendentes de su vida, el de ciudadano ruso. Ayer el gobierno anunció que el presidente Vladimir Putin aprobó la solicitud de Depardieu para la ciudadanía, un acto casi igual a la comedia del actor "Green Card" de 1990, en la cual su personaje se casa para poder trabajar en Estados Unidos.
En la vida real los impuestos parecen ser el meollo del asunto. Depardieu se ha opuesto ferozmente a un impuesto para millonarios en Francia. El presidente francés François Hollande planea aumentar el impuesto a los ingresos de más de 1 millón de euros (1,3 millones de dólares) a 75%. Actualmente el gobierno francés cobra a sus millonarios un impuesto del 41% mientras que Rusia tiene un impuesto universal de 13%.