Por pedido del abogado defensor, la líder de la organización Túpac Amaru Nélida Rojas, quien se encuentra detenida y bajo la lupa de la justicia por supuestos casos de corrupción en la construcción de viviendas sociales, no declarará hoy por la causa, tal como se tenía previsto.
Rojas está acusada -con 24 causas en su contra- de ser líder de una asociación ilícita, más extorsión, estafa, usurpación en la modalidad de despojo y coacción agravada.
Esta mañana, el abogado de Rojas, Alfredo Guevara, denunció "torturas y tratos inhumanos" a los miembros de la familia, quienes fueron detenidos el jueves pasado, por lo que pidió aplazar la audiencia. Asimismo, aún no se conoce cuándo prestará declaración a la Justicia.
A través de las redes sociales, el letrado sostuvo que tanto Nélida, como sus hijas Carla y Leonela, padecieron en su traslado desde la cárcel de mujeres El Borbollón a la de Agua de las Avispas (en Cacheuta), "torturas o un trato inhumano, cruel y degradante".
"El sufrimiento incluyó golpes en distintos lugares del cuerpo, dolores en las muñecas y sensación de ahogo. Carla sufrió una descompensación por esta situación. Nélida Rojas fue esposada con las manos entre sus piernas, lo que la obligaba a una mala posición, lo que incrementó su sufrimiento", sostuvo el abogado, quien aclaró que la líder de la Túpac Amaru sufre de incapacidad por una "discopatía de columna".
Debido a esta denuncia, Guevara pidió la intervención del procurador de persona privadas de la libertad, Fabricio Imparado, para que investigue el caso.
Sin embargo, Imparado, en diálogo con Los Andes, aseguró que deberá "verificar los golpes", pero afirmó que "en principio se produjeron por el traslado y las pésimas condiciones en los móviles (falta de aire en el vehículo) y la posición con las esposas".
Al margen, respecto al caso en sí, que está siendo investigado por la fiscal Gabriela Chaves, Guevara opinó que se sigue "en esta caza de brujas desatada en tierras mendocinas, donde el sufrimiento de la carne de los condenados por la inquisición mediática es exhibido como un mensaje de terror a los movimientos sociales y un espectáculo para el regocijo de las bellas almas de una multitud frenética que gusta del olor a sangre".