Los trabajadores de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf), instalarán una carpa mañana en el predio ubicado en calle Armani al 1.800 de Godoy Cruz para hacer visible su pedido de mejoras en las condiciones laborales.
Denuncian que tanto en las áreas del Órgano Administrativo Local (OAL)-que tiene una delegación en cada departamento- falta personal y que los empleados no dan abasto con la demanda de asistencia que requiere esta sensible área social.
Marlene Quinteros, secretaria gremial de la Junta interna de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), dijo a Los Andes que otro de los puntos que motivaron la medida de mañana como así también las asambleas que están llevando los empleados tiene que ver con el traslado de la Dinaf, "para entregar los terrenos al Ministerio de Seguridad".
Quinteros detalló que desde hace al menos un año y medio el gremio viene denunciando falencias en relación con las políticas para abordar las problemáticas de violencia y abandono -entre otras tantas- que hoy viven miles de niños, niñas y adolescentes en Mendoza.
Dijo Quinteros que los trabajadores que hacen las veces de operadores no cuentan protección al ejercer sus tareas de acompañamiento a las familias y jóvenes.
La secretaria gremial destacó que por este motivo, los empleados atraviesan situaciones de riesgo (por lo general deben ingresar a barrios conflictivos) y agregó que tampoco hay protocolos definidos a la hora de coordinar las acciones con las distintas áreas del Estado para responder de manera rápida y efectiva a las situaciones complejas y urgentes.
“A la hora de articular con otras áreas, las pautas se van cambiando constantemente y eso termina por entorpecer el accionar”, dijo Quinteros, que durante años fue operadora de Dinaf y que llegó a tener 250 situaciones de adolescentes en dificultades para abordar.
Destacó que muchas veces los trabajadores del OAL (área a cargo de realizar el seguimiento y derivación de los niños y niñas en riesgo) cumplen horario extendido y que no cobran las horas extra.
Puntualizó además que años atrás existían diferentes entidades intermedias y organizaciones sociales que acompañaban la tarea del OAL. “Ahora ésas instituciones no están y las municipalidades no están preparadas para trabajar de manera coordinada las diferentes problemáticas ligadas a la niñez y la adolescencia”, denunció Quinteros.
Los asesinatos recientes de Caterina, de tres años y de Giuliano, volvieron a poner sobre la mesa los mecanismos que pone en marcha el Estado para proteger la infancia.
"El Estado no podrá estar presente de manera efectiva si se recorta el presupuesto y ni siquiera hay suficientes trabajadores”, detalló Quinteros al referirse a la redistribución que llevó adelante el Gobierno entre los empleados de la Dinaf.
“Dijeron que iban a redistribuir a 160 trabajadores pero no han trasladado a más de cinco. También hemos pedido un relevamiento concreto para saber efectivamente cuántas personas trabajan en Dinaf y OAL pero nunca tuvimos respuestas", dijo Quinteros.
Desde el gremio reclaman un detalle para saber dónde está el personal que fue redistribuido. "El que se ha enviado no es el que se necesita", reiteró la secretaria gremial y puntualizó que hay 301 trabajadores a los cuales se les vence el contrato de empleo este 31 de diciembre. "Nadie nos garantiza que ésos contratos se van a renovar", alertó.
Quinteros detalló además que hoy es escaso el plantel de empleados/as destinados a visitar a las familias y hacer un seguimiento pormenorizado para saber a ciencia cierta cómo es la realidad del niño o niña al que le están siendo vulnerados sus derechos.
"Estamos frente a un vaciamiento de la Dinaf, hay tres cuidadoras cada 25 niños", dijo.
La situación en los hogares que dependen de la Dinaf también fue puesta de relieve por el gremio. "Hay hogares donde no hay champú para que los chicos se laven", denunció Quinteros y agregó que hace dos semanas en un hogar de Capital había plaga de chiches y no había colchones en condiciones.
La denuncia de Quinteros fue más allá al decir que inclusive hace tres meses se separó a un coordinador del área de su cargo -cuyo nombre no dio a conocer- tras la muerte de otro pequeño, caso del que aún no se ha dado a conocer información. En ése sentido, Quinteros se reservó de dar más detalles.
Desde el Gobierno, por su parte, detallaron que la reorganización del sistema está apuntada a optimizar los recursos ya existentes. Explicaron a través de un vocero que se entrevistó a unos 200 empleados que estaban en funciones administrativas para derivarlos -previo a entrevistarlos- a la Dinaf y al OAL. Del total, unos 50 fueron a trabajar a la Dinaf y 160 al segundo órgano.