Una serie de denuncias contra la directora de la Escuela 4-064 Intendente Juan Kairuz, ubicada en Palmira, por presuntas irregularidades en la utilización de fondos que la provincia deriva para la compra de los alimentos del comedor escolar, están siendo investigadas por la Junta de Disciplina de la DGE y la Comisión de Derechos y Garantías Constitucionales de la Cámara de Diputados, ante quienes han sido presentadas.
La denuncia
Uno de los denunciantes, el docente administrativo Mario Valdés (38), señaló que la directora del establecimiento, María Cristina Gauna, le ordenó en 2010 cuando este se desempeñaba como jefe de cocina -cargo que tomó en 2002- que confeccionase unas facturas de un talonario en blanco que pertenecía a un proveedor, porque ella y la secretaria debían preparar la rendición ante la DGE, para el Fondo destinado a la compra de alimentos para los alumnos; lo que totalizaba 130 mil pesos, "cuando yo tenía como deuda sólo 30 mil pesos, hecho que conocía por realizar personalmente las compras para la comida".
Al preguntarle el porqué de esa sobrefacturación, la directora le habría dicho -lacónica- que era esa la mecánica para llegar al monto que debía rendir. Señala Valdés que ese fue el comienzo de su suplicio, porque ante su negativa "la directora me mandó a decir con la secretaria que no me dejaría salir de vacaciones ese año", hecho que lo hizo ceder.
Reconoce el docente que él no tenía responsabilidad en ese llenado de facturas, pero que al estar enfermo el encargado, él la terminó asumiendo, y que "entre la directora y la secretaria me pidieron que pusiera cantidades de carnes y pollos para justificar cosas que nunca se brinda en las comidas de la Kairuz, puesto que la dieta consiste solamente en fideos, arroz y muy poca fruta".
Valdés asegura que a partir de allí comenzó a sufrir un hostigamiento y debió tomar "licencia psicológica" por la ansiedad y el estrés que viene sufriendo por su situación -hecho que también alcanzó al docente Marcelo Leal quien estaba al tanto del tema- y que se presentó espontáneamente en la Unidad Fiscal Palmira, aunque no le tomaron la denuncia.
Los dichos de Valdés son abonados por el celador Alfredo Maravilla, en cuanto a la cantidad de estudiantes que comen en la escuela y en qué consiste el menú escolar. Ambos sostienen que son entre 150 y 200 los que diariamente reciben alimentos, y que la previsión alimenticia alcanza a los 700, para un desayuno, almuerzo y merienda. Maravilla asegura haber recibido "maltrato en forma reiterada y pública" por parte de la directora y lo amenaza con que le reducirá las horas de trabajo y por consiguiente el salario "ya que ya no era más de su confianza"·
Otra de las denunciantes es la profesora Natalia Degtiareff, quien se desempeñó como monitora y ha ratificado los 2 testimonios anteriores con el agregado de que "los alumnos muchas veces no quieren comer los alimentos que le dan, pero si se manifiestan en contra son apercibidos y sancionados".
Agrega que es la propia directora quien fija el valor de su trabajo -10 pesos- por hora reloj cumplida, ignorando lo estipulado en la escala salarial del gobierno que -por 7 horas cátedra- le abona 1.100 pesos, y que ese excedente se los obliga a "que lo reintegren a la escuela porque son fondos escolares que la institución necesita". Ese monto en el caso de Degtiareff oscila entre los 200 y 300 pesos, que son recibidos en la dirección de la escuela por la secretaria Raquel Pontoni, según consta en el Acta 30/12, de fecha 25 de octubre de 2012 realizada en la Sede de Supervisión, Sede III de la Dirección de Educación Técnica y Trabajo, firmada por el Supervisor Gustavo Funes.
Nombramientos
Pero dentro de la saga de presuntas irregularidades también se hace referencia a los nombramientos de personal de la escuela: Julio Oscar Gil, marido de la rectora Noemí Modón cobraría 3 cargos: jefe de cocina, preceptor y docente. Dos hijos de la vicedirectora Elsa Luna -Rodrigo y Sol Valdés Luna- también tendrían horas cátedra y la preceptora María del Rosario De Paz habría sido nombrada preceptora -hace 2 años- también de modo irregular.
La regente Modón solo dijo que del tema "no sabía nada" y la vicedirectora Luna admitió que efectivamente "hubo una demanda pero contra la directora y no contra el resto del personal" , negando que tuviera 2 hijos trabajando en el establecimiento; hecho que es desmentido por el listado de personal con horas cátedras que trabaja en la escuela.
La directora se defiende
Por su parte, la directora María Cristina Gauna, admitió que "en el primer semestre (de 2012) no dimos carne porque la primera partida para comida nos llegó recién en junio" y que han compensado la dieta con milanesas de soja, frutas y verduras. "Una vez por semana les damos carne a la olla a los alumnos", y te o mate cocido con pan y dulce "pero sin leche". "El comedor es lo mejor que tenemos. Le han hecho auditorías pero nunca encontraron nada raro", expresó.
Interrogada en cuanto a los cargos que ocuparían 2 hijos de la vicedirectora con horas cátedra, señalo que al respecto "no tengo nada para decir", y que la denuncia de la profesora Natalia Degtiareff por dineros que le debe retornar "es un caso de mala fe porque se trata de plata de una beca".
Gauna explicó que "no todos los alumnos comen en el comedor, es cierto, porque hay padres que los pueden alimentar mejor; pero no son todos los casos".
"No voy a emitir opinión"
La Directora General de Escuelas, María Inés Aprile de Vollmer, no desconoce el hecho, puesto que firmó la recepción de la denuncia de su propio puño y letra a María Angélica Escayola, patrocinante del docente Mario Valdés, en octubre pasado.
"Estoy al tanto del tema, y solo voy a decir que está siendo objeto de investigación en la Junta de Disciplina de la DGE, y hasta tanto esta no se expida yo no voy a emitir opinión", dijo la funcionaria desde Junín, donde participó de la Vendimia departamental.
