Denuncian caótica situación financiera en Guaymallén

El intendente electo, Marcelino Iglesias, aseguró que el municipio que recibirá tuvo un incremento del 70% en personal respecto al 2014. Crisis de servicios y vías de solución.

Denuncian caótica situación financiera en Guaymallén

Después de meses de silencio, ayer hubo un nuevo round entre el gobierno entrante y el saliente de Guaymallén. El primero (y único) en disparar fue el radical Marcelino Iglesias, quien el 10 de diciembre recibirá la conducción del municipio, aunque no de manos del concejal a cargo, Luis Lobos (FpV), que a fines de noviembre culmina su mandato en el Concejo Deliberante y así, deja de ser el intendente interino. Es decir, entre los dos conductores no se cruzarán, ni siquiera, en el traspaso de mando.

El hecho de que no se hayan visto no impidió que, durante este tiempo, Iglesias se abocara a recabar información “artesanalmente”, números que expuso ayer en una “rendición de cuentas anticipada” en la que detalló el probable escenario que recibirá de manos de Lobos.

Según sus proyecciones, el déficit estimado es de $ 250 millones y podría llegar, al 31 de diciembre, a los $ 300 millones. “Soy conservador en los números, pero podría ser más”, resignó el radical.

A esto le sumó que, según prevé, no contará con caja al momento de asumir, para el pago del aguinaldo y la nómina de diciembre. En su deber, tendrá que hacerse cargo de “4.600 empleados municipales”, según sus estimaciones, entre los que enumeró 643 personas que entraron entre la elección del 21 junio y el 30 de ese mes, plazo para nombrar nuevo personal (la Ley de Responsabilidad fiscal prohíbe ingresos los últimos 6 meses de una gestión). A los “ñoquis”, les pidió que “tengan el gesto de renunciar”.

“Estamos buscando todas las herramientas con el próximo gobierno provincial (de Alfredo Cornejo) para ver cómo afrontamos esta situación”, adelantó como posible solución.

A pesar de la denuncia pública, desde la gestión de Lobos no hubo respuesta oficial y la política volvió a ser el silencio. “A fin de su mandato va a entregar los números y la realidad del municipio como corresponde”, señaló un vocero municipal a este diario y dijo, respecto a las denuncias, que no habrá contestación, ya que “por algo hay un equipo de transición que tiene los números oficiales”.

De esta manera, a un poco más de tres meses de las elecciones, aún no se produce ni se prevé una transición en el departamento con más habitantes de Mendoza, que suponga un paso prolijo entre una gestión y la otra. Desde la noche de la derrota de Lobos, fueron pocas sus apariciones públicas y, desde entonces, Iglesias viene anticipando el estado en el que recibirá la comuna. “Ya nadie me felicita por haber ganado las elecciones; ahora me compadecen”, ironizó el intendente electo.

Si bien se conformó un “equipo de transición”, los datos que recibió de parte de la administración actual son “escasos y a regañadientes”, según calificó Iglesias, por lo que su tarea fue extraer información que le dan desde adentro y de algunos empleados municipales que sinceran el estado del municipio.

Números comprometidos
La situación financiera comprometida de algunos departamentos, no es novedad. Según informó el mismo intendente electo, los municipales hasta ayer no habían cobrado setiembre, atraso que no es nuevo si se tiene en cuenta que en agosto la situación fue similar.

“Santa Rosa, Luján y Guaymallén son los tres departamentos más desordenados y a los que se les adelanta la coparticipación, por lo que es poco lo que debe la provincia al departamento”, señaló y estimó que podrían ser alrededor de $ 30 millones lo adeudado.

Con la poca expectativa de recibir un respiro financiero, Iglesias estimó el déficit que podría tener a fin de año y apuntó, como primer factor que desequilibra las cuentas, a la planta de personal. En este punto, habló de “ñoquis”, es decir, personal nombrado que no tiene tareas a cumplir y que “están ocupando un lugar y consumiendo de la nómina salarial dinero que podría usarse para la reparación de equipamiento, contratar servicios para limpiar acequias y calles”.

“Hoy, la realidad indica que los recursos no alcanzan para pagar la totalidad de los sueldos. El municipio le debe a todo tipo de proveedores”, expuso Iglesias y sostuvo que, por mes, se destinan alrededor de $ 68 millones al pago de la nómina de trabajadores, gasto que en el Presupuesto significó, en partida para personal, un aumento del 70%, en comparación al año pasado y de un 149% a 2013. “El 2015 culminará con la desconcertante suma de $ 924 millones para salarios”.

Esta suma fue contrastada con el ingreso que tiene el municipio que, en términos de coparticipación provincial, nacional y la percepción de tasas, representa $ 900 millones, en los cálculos de Iglesias. “Ojalá salgan a desmentirlo los silentes”, desafió el próximo intendente.

El aumento de personal también fue comparado con la baja en algunos servicios que, por estar contratados y no cobrar, dejaron de cumplir sus funciones de recolección de basura y limpieza. “Tenemos oficinas superpobladas. Varias de esas personas no desempeñan ninguna función útil y cobran sin trabajar”, calificó y lo mencionó como un factor “que desestimula al empleado de carrera”.

Con este análisis, Iglesias dijo que tiene algunas opciones estudiadas para hacer frente a los desfasajes, como el pedido de deuda, aunque no dio a conocer aún el detalle. También señaló que ya tiene algunos nombres para su gabinete, aunque prefirió no adelantar.

“Desde ya me comprometo a que, a partir del 1 de enero y de manera semestral, voy a mostrar la planta del municipio, que va a ir disminuyendo”, se comprometió públicamente Iglesias.

Duro hasta con algunos propios

Tras el cuadro de situación que detalló ayer el próximo intendente, surgió la pregunta sobre qué rol tuvo hasta ahora la oposición, de la que Iglesias es parte. En torno a esto, el próximo conductor se despegó de parte de los concejales radicales que, por otra parte, ayer no acompañaron a su intendente.
Sólo hubo tres ediles: Evelyn Pérez, quien asumió en 2013, y Fabián Forquera e Ignacio Conte, quienes aún no asumen.

Pero los demás (los actuales y próximos) no estuvieron junto a su referente, evidenciando el escaso acompañamiento de los concejales que, a partir de diciembre, darán una supuesta mayoría al Frente Cambia Mendoza en el Concejo Deliberante, con seis bancas a su nombre.

Una oportunidad para la reivindicación
En torno a esta compleja situación de la que el radicalismo no es ajeno, Iglesias ayer envió un mensaje y dijo que, si bien no tuvo contacto aún con ninguno (salvo con Estela Baldovino), están advertidos de que él no acompañará a aquellos que "quieran chantajear", aunque les dará una oportunidad: "Pueden reivindicarse".

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